Tras poco más de un mes sin verse, este martes Julián Gil y Marjorie de Sousa acudieron al juzgado 12 en la Ciudad de México para debatir ante un juez de la familia cómo serán las relaciones paternofiliales y sobre todo, a cuánto ascenderá la aportación del galán argentino para la manutención de Matías Gregorio, el bebé de tres meses de nacido que procreó con la venezolana.
La audiencia estaba pautada para las 10:00 de la mañana, hora de México, siendo Marjorie de Sousa la primera en llegar con 45 minutos de anticipación. Cuando los periodistas intentaron obtener declaraciones sobre lo que esperaba que ocurriera en la corte, la actriz de 37 años se limitó a repetir que estaba allí porque «se trata de mi hijo y de defender su futuro… Todo esto se ha llevado a un punto muy triste».
Como si estuviera corta de tiempo, De Sousa se alejó de los reporteros que aguardaron entonces la llegada de Julián Gil. A las 9:50 de la mañana, el actor y empresario entró al tribunal acompañado del abogado Rodrigo Carmona.
Sobre sus expectativas con el proceso, Julián Gil declaró que sólo esperaba «que las cosas sean justas sobre todo por Matías… aunque se está viviendo una batalla entre Marjorie y yo».
Ya en sala, Marjorie de Sousa y Julián Gil, quienes no se veían las caras desde el pasado 29 de marzo, tuvieron que sentarse juntos, mientras que sus abogados y representantes artísticos fueron asignados a otra área.
El juez que está a cargo de las demandas que tanto De Sousa como Gil han sometido argumentando que lo hacen por el bienestar de su hijo en común, Matías, comenzó con la apertura de una carpeta y el repaso, punto por punto de las peticiones que ambas partes han sometido y sus respuestas.
Cabe mencionar que la seguridad en el tribunal fue redoblada tras la llegada de ambos actores y la policía ha prohibido que se tomen fotos o videos, tanto a la prensa como a los ciudadanos que hoy tienen que presentarse en otras salas de la instalación.