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El ex candidato presidencial venezolano, Henrique Capriles, denunció ayer que fue emboscado por miembros de la policía militarizada Guardia Nacional (GNB) al término de una protesta antigubernamental en el este de Caracas.
“4:30 pm. Fuimos ahora emboscados en Las Mercedes cuando nos retirábamos por efectivos GNB, robados, golpeados, todo mi equipo está herido!”, indicó el opositor en su cuenta de Twitter.
Capriles y una decena de personas que trabajan con él iban caminando cuando fueron abordados por cerca de 50 miembros de la GNB a bordo de motocicletas. Los uniformados dispararon perdigones, lo que ocasionó una herida abierta a uno de ellos, y que un fotógrafo fue golpeado en el torso con la parte de atrás de una escopeta.
“A puño cerrado”. El gobernador recibió un golpe “a puño cerrado” y otro “directamente en la cara” con un casco de uno de los uniformados, aunque remarcó que el político no presenta heridas abiertas y está siendo atendido en un centro de salud de Protección Civil.
Además de Capriles otros dirigentes del antichavismo han sufrido lesiones, como el opositor Carlos Paparoni, que sufrió un golpe en la cabeza, al ser derribado por el chorro de agua a presión lanzado por un vehículo antidisturbios.
Desde que comenzó la ola de protestas, el 1 de abril, contra el anuncio del presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna a la medida del régimen bolivariano, han muerto casi 60 venezolanos.
Reunión en la OEA. Precisamente, para abordar la grave crisis en Venezuela, la Organización de los Estados Americanos (OEA) convocó para mañana, miércoles, una reunión de cancilleres.
Según recogía ayer la web de la organización, los Estados de Perú, Canadá, Estados Unidos, México y Panamá presentaron una propuesta para que la OEA inste al Gobierno de Nicolás Maduro a frenar la convocatoria de la Asamblea Constituyente “en la forma en que está concebida actualmente”, así como a suspender los enjuiciamientos de civiles por tribunales militares, entre otros aspectos.
El canciller mexicano, Luis Videgaray , estará presente en la reunión, en la que intentará que prospere un “documento base” para tratar de consensuar una resolución, algo que no será fácil porque toda decisión que se tome en la reunión debe aprobarse por dos tercios de los países que asistan.
Si, como está previsto, participan 33 naciones, serían necesarios 22 votos para aprobar cualquier texto. Al respecto el canciller brasileño, Aloysio Nunes, que en su día consideró la maniobra de Maduro un “golpe contrario a la Constitución”, dijo ayer que espera que “la reunión contribuya de manera decisiva al esfuerzo de los venezolanos para reencontrar el camino de la plena democracia con el apoyo de todos los países de América”.
