Cuba considera que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido mal aconsejado por “unos pocos legisladores de origen cubano” que usaron “chantajes para secuestrar la política” hacia la isla, en contra de los deseos de la mayoría de los estadounidenses, publica este viernes el estatal diario Granma.
El principal diario cubano, órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC, único), señaló al senador Marco Rubio y al congresista Mario Díaz-Balart como los principales artífices de las nuevas medidas hacia el país caribeño, que Trump anunciará dentro de unas horas durante un acto en Miami.
Ésta es la primera mención que la prensa oficial cubana hace del discurso del mandatario estadounidense, que se anticipó hace semanas y ha levantado un sinfín de especulaciones por las implicaciones que podría traer para el futuro de los negocios entre ambos países.
Granma se refiere a filtraciones de medios de Estados Unidos sobre las disposiciones de Trump, que mantendrían las relaciones diplomáticas, restablecidas en 2015, pero limitarían los viajes de los estadounidenses, quienes tendrían que llegar a la isla a través de agencias y en grupos, algo que el expresidente Barack Obama había eliminado.
El principal diario cubano reconoce que las medidas de flexibilización de Obama al embargo de Estados Unidos sobre Cuba fueron en gran medida responsables de que se “dispararan los viajes (de estadounidenses) hacia la isla”.
Según datos oficiales, en 2016 más de 284.000 ciudadanos de ese país visitaron Cuba, para un aumento del 74 % en relación con 2015, una tendencia al incremento que se mantiene este año.
Las nuevas medidas de Trump también prohibirían los negocios con empresas bajo control militar, a las que el diario cita como “ciertas empresas públicas cubanas, donde labora la mayor parte de la fuerza de trabajo del país y que producen bienes y servicios de mayor valor agregado que el sector ‘cuentapropista’ (privado)”.
Insiste el artículo en que “el giro de timón” en el curso establecido por Obama “provendría de la influencia de unos pocos legisladores de origen cubano que han utilizado artimañas políticas y chantajes para secuestrar la política hacia Cuba y llevarla en una dirección contraria a la de la mayoría de los estadounidenses”.
Rubio, “que nunca ha visitado Cuba”, y Díaz-Balart, perteneciente a una generación de línea dura con el Gobierno del país caribeño, habrían utilizado “sus puestos en el Congreso para influir en las decisiones” de Trump, al que habrían apoyado en sus intentos de revertir las políticas de Obama dentro de Estados Unidos.
“Además, el senador cubanoamericano (Marco Rubio) se vale de su asiento en el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga las acciones de la campaña republicana, para ganar favores con Trump”, afirma el artículo.
Granma arremete también contra la sede escogida para el anuncio del mandatario estadounidense hoy en Miami, una elección que califica como “otra muestra de los círculos que rodean al presidente”.
El teatro Manuel Artime, nombrado en honor al combatiente del Ejército Rebelde liderado por Fidel Castro, convertido luego en líder civil de la invasión a Playa Girón, es para la isla un “lugar simbólico de la ultraderecha terrorista de Miami”.
“La elección del sitio evidencia que Trump pretende complacer a un grupo que ni siquiera es mayoritario dentro de la comunidad cubana en esa ciudad, que de acuerdo a las más recientes encuestas apoya un acercamiento entre La Habana y Washington”, destaca el órgano del PCC.