La lucha contra la trata de personas debe ser combatida desde todos los extremos posibles, en tanto que representa uno de los mayores atentados a la dignidad personal y a los numerosos derechos que de la misma derivan, dijo Rosi Orozco, presidenta de la Comisión Unidos vs Trata, AC.
La activista se refirió a la publicación de Crónica sobre trata en su modalidad Infantil, y dijo que de forma irónica nuestra sociedad “moderna, desarrollada y defensora” de los derechos humanos, permanece impasible ante esta situación, frente a la cual los gobiernos y sus legislaciones también han reaccionado demasiado tarde.
La realidad, dijo, es que existe una creciente oferta potencial de futuras esclavas y esclavos de los países empobrecidos y/o en vías de desarrollo, como México.
Entrevistada en exclusiva por Crónica, la activista social aceptó la conversación desde la ciudad de Malta, país insular miembro de la Unión Europea, en donde México fue reconocido hoy internacionalmente en la “Cumbre de Malta” sobre los Modelos y Mejores Prácticas para eliminar la esclavitud moderna y reestablecer la dignidad de las víctimas, la cual ha adoptado a todas las naciones del mundo a adoptar el protocolo de Unidos vs Trata, AC, para la reintegración de sobrevivientes de trata de personas.
Orozco presentó ante representantes internacionales de países miembro de la Unión Europea, su Modelo de Atención para la atención de sobrevivientes de trata de personas, mismo que compartió en exclusiva para los lectores de Crónica.
Dijo que el elemento fundamental de la trata es la explotación, trata de personas y explotación van de la mano y su fin, siempre es la explotación del ser humano.
Explicó que las personas convertidas en objeto pueden ser compradas, vendidas, secuestradas, violadas, humilladas, torturadas, explotadas y finalmente destruidas, tal como lo relata la historia publicada ayer por este diario sobre los niños de Peralvillo.
La cosificación de la persona, dijo, su transformación en objeto susceptible de apropiación, su despersonalización y su deshumanización son incompatibles con los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
Rosi Orozco explicó que la lucha contra la trata de personas debe de ser abordada desde una perspectiva integrada de género y de derechos humanos porque representa un atentado a los derechos más elementales de las personas: la falta de respeto a la dignidad personal y los maltratos inhumanos a los que pueden verse sometidas las personas comportan la más grave negación de la humanidad, que es la negación por excelencia de la dignidad de la persona humana.
Además, dijo, la trata representa una forma contemporánea de esclavitud, pues así es considerada y reconocida por Naciones Unidas. En la actualidad existen más de 40 millones de esclavos en el mundo entero, más que cualquier otro tiempo de la historia.
Orozco explicó que las notas básicas de la esclavitud se encuentran presentes cuando la persona tratada pierde su capacidad de autodeterminación por el sometimiento al control del explotador, éste ejerce los atributos del derecho de propiedad convirtiendo en mercancía el cuerpo del sometido a dominio.
Durante su presentación en Malta, Rosi Orozco sostuvo que las condiciones de esclavitud son inconcebibles e inadmisibles en sociedades modernas y democráticas como las nuestras; el sometimiento a ínfimas condiciones de vida, malnutrición, falta de asistencia sanitaria, constantes amenazas, embarazos y abortos forzosos, violencia física y psíquica, incluso asesinatos o mutilaciones, son algunos de los ejemplos que podemos citar para describir la situación de esclavitud a la que están sometidas las personas víctimas de la trata.
Dijo que la esclavitud contemporánea conduce a la deshumanización, a la instrumentalización, a la comercialización y a la destrucción social del ser humano.