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Un enfermero, parte del personal de un asilo de ancianos, golpeó repetidamente a uno de los pacientes a puño cerrado. Sin embargo, el abusador no llegó a percatarse de que todo estaba siendo grabado por una cámara oculta colocada por la familia de su víctima.
George Karam tiene 89 años y padece Alzheimer, por lo que desde hace algún tiempo, con la idea de que tuviera sus necesidades plenamente atendidas, su familia decidió hacerlo un inquilino en la residencia para adultos mayores Garry J. Armstrong, ubicada en la ciudad de Ottawa, en Canadá.
A partir de finales de 2016, la familia comenzó a notar moretones y otras lesiones en el cuerpo del señor Karam, lo cual les llevó a pensar que el octogenario recibía malos tratos en el interior del asilo.
Daniel Nassrallah, nieto de Karam, declaró en entrevista con la CBC:
Algunas veces (las autoridades de la residencia) nos decían que se había caído de la cama, pero mi abuelo está paralizado, así que no necesariamente les creíamos. En otros casos, ni siquiera tenían una explicación para darnos.”
Tras una consulta con la familia, Daniel Nassrallah, abogado de profesión, decidió colocar una cámara oculta en el cuarto de su abuelo, sólo para cerciorarse del trato que recibía. En marzo de este año, los parientes de Karam revisaron las grabaciones y cayeron en cuenta de lo que estaba sucediendo en realidad.
Nadie está preparado para ver algo como esto. Cuando vi el video, intenté ponerme de pie y colapsé.”
El video muestra a un miembro del personal de la residencia, Jie Xiao, de origen chino, amenazando con puño cerrado al anciano que luce bastante agitado. Debido a esto, el enfermero comienza a enfadarse y a golpear al viejo en repetidas ocasiones. George no puede defenderse debido a su condición que aparentemente incluye un cuadro artrítico paralizante.
Por el momento, se desconoce a partir de qué fecha el señor Karam estuvo a cargo de Jie Xiao dentro de las instalaciones y si fue solamente este enfermero quien llegó a maltratarlo.
Xiao ya fue detenido e imputado por las autoridades. Hoy está a la espera de recibir su sentencia.
“Lamento profundamente que uno de nuestros residentes haya sido sujeto a este tipo de incidentes”, expresó en un comunicado la gerente general de servicios sociales y comunitarios de la ciudad, Janice Burell. “La seguridad y el bienestar de todos nuestros residentes es nuestra prioridad número uno”.
La funcionaria prometió tomar todas las medidas necesarias para evitar que se repitan este tipo de incidentes en cualquier asilo de la capital canadiense.
