La entrevista realizada con el muñeco virtual Bosty para una de las gemelas de Mireya Agraz Cortés y Leopoldo Olvera resultó negativa, advierte la carpeta de investigación CI-FDS/FDS-2/UIFDS-2-01/1263/09-2016 a la que este diario tuvo acceso.
La pequeña de seis años le dijo a Bosty: “No me chupó” (su papá). “Sólo era una broma para mi mamá. La broma era para fingir que sí lo hacía”.
Bosty es un muñeco virtual que interactúa con los niños y detecta, mediante un diálogo, si hubo o no abuso sexual.
10 TOMOS integraban el proceso de divorcio y de custodia que enfrentaron Mireya Agraz y su esposo Leopoldo Olvera
El muñeco se proyecta en una pantalla y forja un vínculo con el niño quien, en confianza, le revela sus problemas y preocupaciones.
Mireya denunció ante el Ministerio Público que su esposo Leopoldo Olvera abusó de su hija en 2016 durante una visita en el Centro de Convivencia Infantil del Tribunal Superior de Justicia capitalino. No obstante, al igual que las otras dos demandas que inició en 2011 y 2014, ésta fue descartada.
El año pasado, Leopoldo sólo podía ver a sus tres hijos (unas gemelas y un niño) en dicho centro, el cual está diseñado para que padres y madres en proceso de divorcio puedan convivir con los pequeños bajo estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, Mireya aseguró que fue ahí, bajo la vigilancia de sicólogas y elementos de seguridad, que su exesposo hizo tocamientos a la menor.
Sobre esa denuncia, las sicólogas declararon que el día de los hechos la niña fue tres veces al baño y en los tres casos ellas la llevaron y su padre jamás se quedó solo con la pequeña. Las pruebas ginecológicas, proctológicas y sicológicas dieron negativo.
Las denuncias de Mireya contra el padre de sus hijos por abuso comenzaron en 2011 cuando niño, el hijo mayor de la pareja, tenía tres años. En ese momento la mujer inició una averiguación por abuso sexual en la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Procuraduría capitalina. Todos los protocolos aplicados al menor resultaron negativos. En las entrevistas, el niño aseguró que su padre nunca lo tocó. Exámenes médicos lo corroboraron.
En 2013, Mireya y Leopoldo tuvieron un reencuentro. El MP no tenía noticias de ella, por lo que empleados de la dependencia le hablaron, pero les dijo que ya no seguiría el proceso. “Ya no es su deseo proseguir con el trámite de la presente averiguación; se reconcilió con su esposo, y no quiere saber nada de la denuncia”, se lee en la averiguación previa.
En 2014, la familia viajó a Disneylandia en donde permanecieron del 14 al 24 de febrero. A su regreso, Mireya volvió al MP, y nuevamente acusó a Leopoldo de abusar sexualmente, ahora de sus tres hijos.
La maquinaria legal se puso en marcha, pero de nuevo los resultados fueron negativos. Ninguna prueba resultó positiva. Aunque Mireya aseguró que sus hijas presentaban rozamiento, los médicos lo descartaron. El himen de las niñas estaba intacto y el examen proctológico de Emiliano descartó problemas.