Las autoridades chinas anunciaron que el cantante canadiense Justin Bieber, conocido por su problemas legales en varios países, no podrá volver a actuar en China por sus «problemas de comportamiento», según el servicio cultural de la alcaldía de Pekín.
Bieber pasó por China en 2013 pero no podrá volver este año en el marco de una gira prevista por Asia.
«Esperamos que Justin mejore tanto en acciones como en palabras a medida que se haga mayor y se convierta en un cantante que le guste realmente a la gente», indicó la alcaldía respondiendo a las preguntas de un fan que quería saber si podría o no volver a China.
En 2014, durante una visita a Japón, Bieber ya escandalizó a los chinos posando en el polémico santuario de Yasukuni, en Tokio, que tanto China como Corea del Sur consideran un símbolo del militarismo japonés durante la II Guerra Mundial.
Las autoridades chinas desconfían de las estrellas del pop occidentales desde un concierto Bjork en 2008, en el que la cantante islandesa pronunció la palabra «Tíbet» durante su interpretación del tema «Declare Independence».
El año pasado el grupo de rock estadounidense Bon Jovi, que solía mostrar imágenes del dalái lama en sus conciertos, anuló en el último momento sus actuaciones en Pekín y Shanghai.
El régimen chino acusa al jefe espiritual tibetano, exiliado en India desde el fracaso en 1959 de un levantamiento contra Pekín, de querer la independencia del Tíbet.