El programa de Pueblos Mágicos de México, desarrollado por la Secretaría de Turismo, busca revalorar a un conjunto de poblaciones del país que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Aquí te presentamos trece de los 111 que existen el país, los cuales son ideales para que los visites un fin de semana durante estas vacaciones de verano.
Álamos, Sonora
Se le considera la ciudad más colonial por la pureza de su arquitectura: imponentes arcos, amplios patios y sus estrechas calles empedradas. Existe un pintoresco trencito que sale de la plaza y recorre los lugares más típicos. Hay que visitar: La Parroquia de la Purísima Concepción, El Parián, El Palacio Municipal, La Capilla de Zapopan, la Cárcel Pública —que ofrece un mirador—, la Plaza de Armas, el callejón del Beso y la Casa de María Félix, convertida actualmente en hotel, restaurante y museo.
Angangueo, Michoacán
Angangueo —que en purépecha significa ‘en la entrada de la cueva’— es un pueblo de origen minero que se encuentra en los límites de Michoacán y el Estado de México. Su principal atractivo es que año con año llega a sus bosques, procedente de Canadá, la mariposa monarca. El Santuario, que es Patrimonio de la Humanidad, está cubierto de bosques de oyameles que sirven de refugio a millones de hermosas mariposas.
Batopilas, Chihuahua
Este pueblo minero se localiza en las Barrancas del Cobre, y parte del atractivo que ofrece es la aventura de llegar a él, pues en esta travesía se pueden tener maravillosas vistas de la Sierra Tarahumara. En él, hay que visitar las haciendas de los siglos XVIII y XIX, como la Hacienda San Miguel, y la Presidencia Municipal. También hay que admirar sus plazas, sus puentes de roca, un río y un hermoso acueducto del siglo XIX.
Coscomatepec, Veracruz
Este pueblo mágico, que se encuentra a unos 31 kilómetros de la ciudad de Córdoba, está enmarcado por el el volcán Citlaltépetl, la cumbre más alta del territorio nacional. Otros atractivos son la Iglesia de Ixtayucan, el Puente del Virrey y la Iglesia de San Juan Bautista, además del el Museo Tetlalpan y, desde luego, el Pico de Orizaba, con sus 5 mil 600 metros sobre el nivel del mar.
Chiapa de Corzo, Chiapas
Se encuentra a 14 kilómetros de la capital chiapaneca, Tuxtla Gutiérrez, y a 62 del Pueblo Mágico de San Cristóbal de las Casas. Hay que conocer: la Fuente de la Pila, un verdadero ícono del pueblo; los miradores La Coyota, El Roblar, El Tepehuaje y Los Chiapa, que ofrecen espectaculares vistas del Cañón del Sumidero. También valen la pena el Templo de Santo Domingo y la Iglesia del Señor de los Milagros.
El Oro, Estado de México
A este pueblo mágico conviene llegar temprano para recorrer sus calles de suelos empedrados y así llegar al tradicional Jardín Madero: un apacible lugar con encantadoras bancas y una densa arboleda. Otros lugares de interés son: la Capilla de Santa María de Guadalupe, con un atrio cerrado lleno de rosas, en cuyo centro aparece una escultura de Jesucristo; el Árbol del Bicentenario, el Palacio Municipal y el Teatro Juárez, con notables motivos neoclásicos franceses, así como el Centro Artesanal y la Plazoleta del Vagón.
Jalpan de Serra, Querétaro
Tras recorrer un sinuoso camino que cruza la Sierra Gorda Queretana, se llega a este tranquilo poblado queretano que alberga un bello templo barroco construido en el siglo XVIII por el misionero Fray Junípero Serra. Se recomienda visitar también la oficina de correos y el Museo Histórico de la Sierra Gorda. Otras opciones son realizar ecoturismo en la cascada Chuveje o la zona arqueológica de Tancama.
Mapimi, Durango
Para llegar a éste, que fuera un pueblo minero, hay que cruzar el monumental Puente de Ojuela, que aún despierta admiración por la excelencia de su ingeniería. Además de la arquitectura de los siglos XVII y XVIII del Departamento de Comercio, el Servicio Postal y el Templo del Señor de Mapimí, vale la pena desplazarse hacia la reserva ecológica conocida como el ‘Bolsón de Mapimí’, donde se encuentra la enigmática ‘Zona del Silencio’, donde supuestamente las ondas de radio no pueden ser trasmitidas adecuadamente.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Este Pueblo Mágico ha ganado gran fama como ‘pueblo fantasma’, y por el aire misterioso que ofrece al visitante. Abandonado en 1927, tras una intensa explotación minera, Mineral de Pozos ofrece atractivos al ojo como la Ex Hacienda El Triángulo, la Antigua Escuela Modelo, la Ex Hacienda Cinco Señores y la Ex Hacienda de Santa Brígida; también valen la pena la Parroquia de San Pedro y la Capilla del Señor de los Trabajos, que se ubica en la Plaza del Minero.
Parras de la Fuente, Coahuila
Lo que distingue al lugar de nacimiento de Francisco I. Madero es la pujante industria vitivinícola que ahí se desarrolla. Además de disfrutar de los paisajes y los viñedos, también hay que visitar el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, la Capilla del Santo Madero, la Casa de Cultura, la Casa del Abuelo, la Plaza del Reloj, la Alameda, el Estanque de la Luz, el de la Hacienda y los numerosos acueductos que en él se encuentran.
Palizada, Campeche
En este colorido pueblo campechano de apacible ambiente, conviven viviendas coloridas y pintorescas con un formidable malecón. La riqueza gastronómica de este Pueblo Mágico —una combinación de la comida tabasqueña y la yucateca— incluye: el pez topota, el robalo o el pejelagarto, y productos como el chicozapote o el mango. Resalta el amable trato que ofrecen los habitantes a los turistas y viajeros. Palizada se encuentra a 151 kilómetros de Villahermosa.
Real del Monte, Hidalgo
A decir de los lugareños, este pueblo de fundación minera es la población con mayor altitud de México. Ubicada dentro del llamado ‘Corredor de la Montaña’, este pequeño y coqueto pueblo cuenta con innumerables atractivos para el visitante, como el famoso Panteón Inglés, la cancha donde se jugó el primer partido de futbol en México, una cantina de aire antiguo y una romántica plaza principal. Además, es el hogar de los pastes más deliciosos del estado de Hidalgo. Ya ahí, se recomienda visitar los pueblos vecinos Huasca de Ocampo y Mineral del Chico.
Tapijulapa, Tabasco
Finalmente, en el sitio donde colindan Tabasco y Chiapas se encuentra el Pueblo Mágico de Tapijulapa. Allí se puede recorrer sus calles angostas y empedradas, visitar el templo dedicado a Santiago Apóstol, caminar por la orilla del río o viajar en lancha a la comunidad de Villa Luz o visitar el museo local y antigua casa del gobernador Tomás Garrido Canabal.