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La única elefanta que vive en Ciudad de México habita en el zoológico de San Juan de Aragón y lucha por su vida.
Ely, de quien no saben con precisión su edad, pero calculan que tiene 35 años, presenta una rotación en el carpo de la pata derecha delantera, porque la mantuvieron durante mucho tiempo amarrada, y una fístula en la mandíbula, por un gancho que utilizaban para jalarla en el circo Hermanos Vázquez, informó la directora de Zoológicos y Vida Silvestre, Claudia Lewy Sánchez Aldana.
Además, Ely tenía una herida en el lomo por cargar a los artistas del circo, la cual ya está cerrando, y presenta estereotipias, puntualizó la funcionaria.
La elefanta fue uno de los animales que adquirió la Secretaría del Medio Ambiente de Ciudad de México, por 3.4 millones de pesos, al circo Hermanos Vázquez en agosto de 2012, de donde fue rescatada por su mal estado de salud, detalló Sánchez
“Comía bolillos en el circo y entonces sufrió una desnutrición crónica desde pequeña y no alcanzó la talla normal de una elefanta”, explicó.
Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Circos (Uneac), Armando Cedeño, negó que Ely se encontrara en dichas condiciones.
“Si fuera así, el Gobierno de Ciudad de México no la hubiera comprado y hubiera aprovechado la oportunidad para hacer publicidad buena para ellos y mala para los circos”, afirmó.
La funcionaria reconoció que Ely necesita una compañera, motivo por el cual desde hace dos años se encuentran en diagnóstico de un proceso de certificación de los zoológicos locales —a través de la Asociación de Zoológicos y Acuarios del Mundo (WAZA, por sus siglas en inglés)—, mismo que se calcula tener antes de fin de año.
Sánchez anunció que modernizan los tres zoológicos de capitalinos —Los Coyotes, Chapultepec y San Juan de Aragón—, donde se alberga a más de 2 mil animales con un presupuesto de 180 millones de pesos.
La ofrecieron porque tenían una urgencia familiar
Ely estaba en perfectas condiciones cuando el circo Hermanos Vázquez decidió venderla en 100 mil dólares hace casi cinco años, aseguró el presidente de la Asociación Nacional de Circos (Uneac), Armando Cedeño.
“Es mentira que Ely estuviera enferma cuando la adquirió el Gobierno de la Ciudad de México”.
Explicó que esta elefanta fue de los pocos animales que se lograron vender a un “precio justo”, porque fue mucho antes de que entrara en vigor la Ley General de Vida Silvestre en 2015.
“Los empresarios tuvieron problemas económicos de una enfermedad muy mala de uno de los dueños y necesitaban dinero, de lo contrario no la hubieran vendido, porque un elefante es el principal atractivo de un circo, pero llega un momento en que dicen que los bienes son para remediar los males”.
A Ely la trajeron desde muy pequeña a Hermanos Vázquez, como la mayoría de los elefantes, “porque había un convenio con un país de África para seguir protegiendo y cuidando a esa especie, de lo contrario, la caza furtiva acabaría con ellos”.
El empresario circense explicó que cada compañía contaba con un veterinario zootecnista que llevaba la documentación de altas y bajas, “nacimientos y muertes, porque teníamos que dar cuenta de cada uno de los animales a las autoridades.
“Teníamos nuestros médicos de cabecera porque no cualquier veterinario revisaba a un tigre, así que contábamos con nuestro propio veterinario que se dedicaba exclusivamente a los circos. Ellos tenían trabajo en toda la República y en los sitios donde nos presentábamos”, afirmó Cedeño.
Advirtió que a Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) hacía visitas mínimo dos veces al año para comprobar las condiciones en que se encontraban los animales”.
