Conasami, un elefante blanco

En un edificio en el que nadie adivinaría que hay oficinas; en la esquina de Cuauhtémoc y Chapultepec, en la colonia Roma, se decide cuánto ganarán millones de trabajadores en empleos formales. Es la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami). En el numero 14 de la avenida Cuauhtémoc no hay los letreros y carteles que suelen existir en las oficinas gubernamentales. Es la Comisión que debería desaparecer, según la propuesta que puso en la mesa el gobierno de la Ciudad de México.

En la parte baja había una biblioteca cuyo acervo fue trasladado a la Biblioteca Vasconcelos. Trabajan en esas oficinas 70 empleados, la mayoría en un horario que inicia a las 8:00 am y concluye a las 3 o 4 de la tarde. Llegan vestidos de manera informal. La primera impresión en el lugar es de poca actividad, e incluso de abandono.

En el segundo piso comienza a verse personal de la Comisión; cerca de 40 empleados y una de los mandos ya está trabajando.

Los demás jefes tienen horario de 11 am a 10 pm, aunque, el lunes, hacia las 12:30 horas no se les veía aparecer. Es fácil distinguir a los mandos, dice un vecino, estos van de traje, más formales.

La estructura orgánica oficial de la Comisión muestra nueve plazas de mando.

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS. Las ocho de la mañana es la hora en la que desfilan los trabajadores hacia la Comisión. Es una imagen que recuerda a empleados entrando a una bodega. En la entrada, muy discreta, recibe un policía en labores de mujer.

El personal se coloca en su escritorio; en torno a ellos labora el personal de limpieza.

Hace algunos años era un edificio con más de 150 empleados, indica uno de ellos, ahora incluye sólo a 70.

Comenta que dejaron de hacer investigaciones de mercado y ahora todo lo reciben de otras dependencias como el Banco de México o la Organización Internacional del Trabajo.

Sobre la labor de esta dependencia, el Gobierno de la Ciudad de México ha opinado que debe calificarse de “inoperante” y “falta de resultados”. La mañana del lunes sí parece un elefante blanco.

Formalmente, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos debe someter “a consideración del Consejo de Representantes” de los sectores involucrados en el tema laboral un plan de trabajo anual y realizar investigaciones sobre el tema salarial.

No obstante, desde hace décadas, sólo en diciembre hay actividad. Empieza el cabildeo para fijar el monto de los minisalarios para el año siguiente.

Durante la mañana sólo rompió la rutina una secretaria y una afanadora que llegaron tarde. Ninguno de los funcionarios apareció, tampoco su titular desde hace 26 años, Basilio González Núñez, quien mensualmente se embolsa más de 173 mil pesos brutos, equivalentes a más de 2 mil 500 salarios mínimos.

Vecinos relataron que ésta es la constante: “Aquí no viene nadie. Sólo a finales de año… entonces sí aparecen autos, pero el resto del año, como si no existiera”, aseguró Óscar, habitante de la zona desde hace 25 años (uno menos de los que tiene en el cargo González).

Vicente Rodríguez, también vecino, dijo que “esto (la Conasami) está más muerto que nada. No se paran ni las moscas. Parece un edificio abandonado… Ha de costar muy caro su mantenimiento”, lamentó al saber lo qué hay en su interior.

Parte del personal que el lunes se presentó a cumplir su trabajo en el viejo edificio rechazó comentar qué día se podría ver al presidente del órgano.

Si este es el preludio de la desaparición de la Conasami, es un preludio silencioso. Nadie parece alterado por la sugerencia de Miguel Ángel Mancera y los adjetivos poco halagadores que le llegan a la Comisión desde los líderes obreros.

El salario mínimo para 2017 quedó en 80.04 pesos diarios y todo parece indicar que no se moverá antes de diciembre.

La propuesta de Miguel Ángel Mancera

En julio, de acuerdo al Jefe de Gobierno capitalino, la Conasami volvió a fallar en contra de los trabajadores de menores ingresos en el país, al dejar en 80 pesos diarios el monto del salario mínimo en México. Este organismo sólo provoca que el único precio que no se incrementa durante 2017 sea el salario y, por ello, los trabajadores vuelvan a cargar con los costos de la inflación que se presenta en el mercado interno.

Las decisiones de la Conasami se basan en una política deliberada de contención salarial que ha empobrecido durante los últimos 35 años a la clase trabajadora.

Con la nueva iniciativa se creará una nueva forma para determinar el salario mínimo en el país, con base en estudios rigurosos, diálogo entre políticos y sociedad, participación de representantes obreros y empresariales, con rigor técnico y apoyo de los académicos, en un proceso transparente.