En México, la celebración del día de los abuelos, es el día 28 de agosto, la cual fue instaurada en 1983, sin embargo, su el origen se remonta en la presidencia de Lázaro Cárdenas, quien determinó que debía existir una fecha especial para honrar a los abuelos.
Una nueva versión de los años 90′ se le atribuye al locutor de radio Edgar Gaytán, pues se dice que se instituyó gracias a que su programa de radio era dedicado a los adultos mayores.
El Día del Abuelo busca darle a los abuelos el lugar que merecen en el cuidado de la familia, recordar que son la semilla del fruto que ahora se tiene y no dejarlos fuera de las nuevas tareas que se adquirieron, pues su experiencia puede ser clave para su desarrollo.
Abuelo, abuela, abuelito, abuelita, Tito o tita, abu, no importa cómo se les diga, ellos son muy especiales para todos los niños.
Hay que recordar que ellos trabajaron toda su vida, sacrificaron muchas cosas por sus hijos en hijas, y se merecen respeto y amor, tolerancia y paciencia, valores que practicaron durante su vida con sus seres más queridos, pero desafortunadamente al llegar a la vejez, con enfermedades, presiones económicas, sin trabajo y cada día con menor capacidad para valerse por sí mismos, lo que reciben es el abandono, la soledad, muchas veces el abuso de sus seres más querido, muchos son despojados de sus bienes.
Los adultos mayores que tienen la dicha de ser abuelos, son más felices cuando conviven con sus nietos, ya que se convierten nuevamente en niños, educadores, cómplices de sus travesuras, jueces en sus conflictos al mediar entre los padres y ellos. Los nietos les inyectan vida y favorecen su salud.
Entre las ventajas de la relación de los nietos con los abuelos están:
1. El amor entre abuelos y nietos es especial. Los psicólogos lo han descrito como puro y “emocionalmente simple”, los abuelos experimentan toda la alegría y el afecto de igual forma que los padres, pero que no acarrean con las tensiones diarias y responsabilidades de la crianza del niño
2. Ofrecen un hogar seguro y estable. “Los abuelos de niños con padres que trabajan pueden proporcionar un hogar más estable y no se quedan solos cuando los padres están trabajando hasta tarde”, dice Susan Newman, una psicóloga social experta en crianza de los hijos. Newman señala que los abuelos pueden ayudar con la crianza de niños sanos, proporcionando comidas y apoyo constante, a la vez que sirve como un nivel adicional de seguridad.
3. Un hombro amoroso donde apoyarse. Los abuelos pueden servir como un “amortiguador” cuando una familia está pasando por un divorcio. Ellos pueden calmar a los niños y ayudarles a desarrollar la resiliencia, una lección muy importante para los niños. Un abuelo puede servir como un modelo para aprender cómo hacer frente a la adversidad y las dificultades en la vida, dice Dan Kindlon, psicólogo infantil, profesor de la Escuela de Salud Pública de Harvard y autor d “El nombre de Caín: La protección de la vida emocional de niños”.
4. Más precaución al volante. Parece ser que las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico son un 50% más bajo cuando un abuelo está al volante en lugar de uno de los padres, de acuerdo con un estudio reciente publicado en la revista Pediatrics. Esto puede deberse a que los abuelos son más prudentes al conducir cuando llevan a sus nietos, según dicen los investigadores.
5. Afecto verdadero. Un estudio de la Universidad de Haifa en Israel mostró que los abuelos aprecian a sus nietos por igual, ya sean biológicos o adoptivos. A menudo las parejas pasan por duros y costosos tratamientos de fertilidad, en parte por temor a que sus padres no acepten a un niño adoptado. Sin embargo, los investigadores encontraron que los abuelos veían a sus nietos adoptados como miembros integrantes iguales de la familia. Y ese profundo afecto puede ser especialmente valioso cuando el nieto tiene necesidades especiales, puesto que otro informe encontró que los abuelos desempeñan un papel clave en la vida de los nietos autistas.
6. Un puente entre las generaciones. Los abuelos no sólo enseñan lecciones importantes de la vida, sino que también pueden ayudar a mantener a las familias unidas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Wisconsin, cuanto más tiempo pasan los niños de familias con dificultades con los abuelos, mayor es la probabilidad de que los padres permanezcan juntos. “Los abuelos son el pegamento en las familias”, explica Newman. “Pasan las tradiciones familiares a las generaciones más jóvenes y les hacen más cercana la figura paterna contándoles historias de cuando sus padres eran niños.”
7. Una combinación de tradición. Los abuelos no sólo hablan sobre el pasado, sino que también mantienen viva la transmisión de las tradiciones familiares y comunitarias. “Ellos utilizan su tiempo para compartir información e instruir a sus nietos: pueden enseñar a un niño a jugar al ajedrez, a construir una casa para pájaros, hornear un pastel, o cuidar el jardín “, dice Newman. “Los abuelos, como los padres, son excelentes modelos a seguir.”
8. Un ancla sólida y amor incondicional. Un estudio canadiense descubrió que las relaciones entre abuelos y nietos de forma permanente se basa por lo general en el respeto, el apoyo mutuo y la amistad; abuelos proporcionan estabilidad y dan a los niños alguien con quien hablar cuando los padres se sienten incómodos sobre algún tema sensible. Pero “Lo más importante, es los abuelos proporcionan a sus nietos amor incondicional,” dice Michelle Borba, psicóloga educacional. “Este es el mayor de todos los regalos, ya que sienta las bases para la salud mental y física de los niños.”
Pero ellos y ellas necesitan vivir esta etapa y su vejez con:
– Amor, rodeado de tus seres más queridos, que sin duda son los hijos y nietos.
– Tomarlos en cuenta, aunque repitan las cosas, o se les hayan olvidado recuerdos, aunque tiren algo o tropiecen. Merecen ser tomados en cuenta.
– Incorpóralos a las actividades familiares. Ellos tienen aún mucho que aportar a la familia, con ejemplos, recuerdos, chistes, y anécdotas. Toma en cuenta sus opiniones y sugerencias.
– Reconoce sus esfuerzos por hacer lo que ya que les cuesta trabajo o no pueden realizar bien.
– Llévalos a pasear, no importa que sea en sillas de ruedas o con un bastón, merecen ver lo que hay a su alrededor.
– No les quites sus ahorros, ellos les dan seguridad y se sienten mejor cuando saben que no son “una carga” para sus familiares.
– Si los llevas a una casa de reposo, que sea porque tú trabajas y no puedes atenderlos como se merecen, no porque quieres deshacerte de ellos. Visítalos seguido y no los abandones. Haz que los nietos se acostumbren a verlos y a quererlos.
– Nunca les pegues o grites, ellos no se pueden defender y es muy cobarde hacerles algo así.
– Llévalos al médico y atiende sus necesidades de salud.
– Permite que coman con la familia, aunque hagan ruidos o tiren un vaso con agua, ayúdales a partir y llevar a la boca sus alimentos.
– Cuando estén enfermos, aliéntalos, ponles música, platícales lo que hiciste, sentirse tomados en cuenta les ayudará a pasar mejor sus momentos más difíciles.
– Escucha lo que quieran platicarte, aunque lo repita varias veces, asómbrate de lo que dicen. Sus conocimientos y experiencia fueron y serán maravillosos siempre. Recuerda que los años llevan a la disminución de muchas habilidades, el caminar se entorpece, la vista y el oído disminuyen, la mente olvida, la piel se arruga, pero el corazón sigue necesitando amor y todo lo demás cuidados. Tener paciencia es un acto de amor.