Después del paso del huracán “Harvey”, que ha dejado como consecuencia miles de casas deshabitadas debido a las inundaciones, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, impuso un toque de queda, que se realizará a partir de las 00:00 horas locales y hasta las 5:00.
Turner informó de estas acciones con la intención de evitar más saqueos en las zonas más afectadas por las intensas lluvias.
Los trabajadores de emergencias, las personas en busca de refugio, los voluntarios y aquellos que vayan o vengan de sus trabajos, estarán exentos de cumplir el toque de queda, según explicó el alcalde, que dijo que no hay otra razón para estar en las calles en esas horas.
Por su parte, el jefe de la Policía de Houston, Art Acevedo, advirtió que los que violen el toque de queda serán detenidos. Precisamente, la Policía informó ayer de varios arrestos en Houston por saqueos.
Trump promete soluciones
Ansioso por demostrar que está a cargo y trabajando, el presidente Donald Trump ofreció ayer garantías optimistas a los texanos afectados por los estragos de “Harvey”, al prometerles que “vamos a ponerlos de nuevo en operación de inmediato”.
Al inicio de su visita a Texas, en Corpus Christi, la caravana de Trump pasó frente a árboles caídos, señalamientos derribados y cercas maltrechas en su camino a un cuartel de bomberos para un informe con las autoridades locales.
“Esto fue de proporción épica”, declaró el mandatario al prometer que proporcionará asistencia para un modelo de recuperación. “Queremos hacerlo mejor que nunca. Queremos que en cinco o 10 años nos vean como ‘Así es como se hace’”.
Posteriormente, Trump se paró en una escalera entre dos camiones de bomberos y se dirigió a los cientos de asistentes reunidos en el exterior.
“Vaya multitud. Vaya asistencia”, dijo Trump, quien agradeció al gobernador de Texas, Greg Abbott, y a los senadores Ted Cruz y John Cornyn. “Esto es histórico. Lo que sucedió es épico, pero ¿saben qué? Pasó en Texas, y Texas puede con cualquier cosa”.
Mensaje optimista
Las optimistas garantías de Trump contrastan con las evaluaciones más mesuradas que emiten las autoridades de manejo de emergencias, que advierten un largo y complicado camino por delante.
Brock Long, jefe de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias y quien estuvo junto a Trump, advirtió: “Será una recuperación frustrante pues es un proceso lento pero pueden estar seguros de que hacemos todo lo posible”.
Trump recibió aplausos al ondear una bandera de Texas frente a los asistentes en Corpus Christi. Dijo a los residentes que eran “especiales” y “los amamos”, pero no hizo ninguna referencia directa a los fallecidos o desplazados por la furia de la tormenta.
Evitan ayuda de México
El Gobierno de Donald Trump aún no ha respondido a México si aceptará la ayuda que el país le ofrece para atender a los afectados por “Harvey” en Texas.
México expresó su solidaridad con el pueblo y el Gobierno estadounidense y se ofreció a prestar ayuda y cooperar a raíz de la llegada del otro huracán el pasado viernes a la costa del Golfo.
En un comunicado al Washington Post, un portavoz del Departamento de Estado estadounidense confirmó que aún no se ha aceptado la ayuda, pero no la descartó.
“Es común durante huracanes y otros eventos climáticos significativos que el Gobierno de los Estados Unidos esté en estrecho contacto con vecinos y socios en la región para compartir datos y cooperar, según sea necesario y apropiado”.
México prestó anteriormente ayuda en el año 2005, después de que el huracán “Katrina” golpeara la costa del Golfo de México. Soldados del Ejército mexicano sirvieron comidas, distribuyeron suministros y llevaron a cabo consultas médicas a los ciudadanos.
Retiran protección contra huracán
Antes del paso de “Harvey” el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que revocó un conjunto de regulaciones que harían menos vulnerable a las inundaciones la infraestructura financiada por el Gobierno federal en este tipo de casos.
Las normas impulsadas por Barack Obama aún no habían entrado en vigor, pero requerían que el Gobierno federal tomara en cuenta -al momento de construir nuevas infraestructuras o reconstruirlas tras un desastre- el riesgo de inundaciones y de una subida del nivel del mar como resultado del cambio climático. Pero con el mandato de Trump las normas no fueron tomadas en cuenta.
Melania no pierde el estilo
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, desató las críticas con el look que eligió para visitar Texas al acudir a la evaluación de los desastres ocasionados por “Harvey”.
Fiel a su estilo de super modelo, la señora Trump vistió tacones de aguja negros, completando un atuendo que incluía pantalones negros entallados, una chamarra color verde militar y gafas de aviador.
Posteriormente, a su llegada a Texas, se le vio con el mismo pantalón entallado, pero ahora usando una blusa blanca, gafas y gorra negra, así como tenis en color blanco.
Estos dos looks provocaron críticas para la primera dama en redes sociales.