La serie Narcos regresa hoy con la tercera temporada, en la que se centra en el cartel de Cali, los nuevos padrinos de la droga después de la caída de Pablo Escobar y del que «la audiencia no sabe prácticamente nada», según el actor Pedro Pascal.
Los episodios de la tercera temporada de Narcos, una de las series de más éxito de la plataforma de contenidos Netflix, giran en torno a los esfuerzos de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) para acabar con el cartel de Cali, la organización narcotraficante más poderosa después de la muerte de Pablo Escobar, interpretado hasta ahora por el brasileño Wagner Moura.
En la tercera parte de la serie, el agente de la DEA Javier Peña, se encargará de pedir ayuda tanto a las fuerzas estadounidenses como colombianas para terminar con la organización, envueltos en una trama de violencia, poder y dinero.
«En esta temporada veremos kilos y kilos de cocaína», sostuvo Pascal, quien recalcó que durante la década de los 90, los cuatro poderosos padrinos de Cali crearon uno de los mayores «imperios de la droga en Colombia».
Esos padrinos serán interpretados por Damián Alcázar (Gilberto Rodríguez Orejuela, líder del cártel), Francisco Denis (Miguel Rodríguez Orejuela, el cerebro detrás del crecimiento del cártel), Alberto Ammann (Helmer «Pacho» Herrera, el hombre que dirige la conexión mexicana y la distribución internacional) y Pepe Rapazote (José «Chepe» Santacruz Londoño, encargado de la zona de Nueva York).
El cartel de Cali llevaba a cabo estrategias de manera diferente a la organización de Pablo Escobar, ya que se caracterizaba por su discreción y prefería sobornar a funcionarios para conseguir sus objetivos.
Aunque Boyd Holbrook, el actor que interpretó al agente de la DEA Steve Murphy, no regresará en esta tercera temporada, se podrán «ver nuevas caras que seguirán con la misma historia», según apuntó Pascal.
Entre los nuevos papeles, están el del actor español Miguel Ángel Silvestre, que interpretará a Franklin Jurado, la persona encargada de los movimientos financieros del cártel de Cali; Javier Cámara, que dará vida a un misterioso narcotraficante, y Tristán Ulloa en el papel de cónsul.
A diferencia de la primera y la segunda parte, Medellín deja de ser el foco de operaciones del narcotráfico y «Cali se convierte en centro del universo de la droga», tal y como sostuvo el actor de origen chileno.
«Colombia sigue siendo el principal centro del ‘show’, pero esta vez se muestran elementos más tradicionales de la sociedad, del tiempo y será muy diferente a lo que vimos en Medellín porque nos adentraremos en la verdadera piel del país», añadió Pascal.
A pesar de que Cali se convierte en el lugar protagonista, esta nueva temporada refleja la «expansión del narcotráfico» por lo que se verá cómo «el nuevo imperio choca las manos con otros carteles de la droga como el cartel del Norte del Valle y algunos de México como el de Juárez», según relató el actor.
Pascal señaló que los guionistas intentan contar la historia de la forma más auténtica «donde hay fuerte representación cultural y donde se trabaja con actores latinos», pero añadió que el país «está deseando librarse de la asociación que tiene con la droga y la violencia».
«La gente está fascinada con la historia de dinero, drogas y poder, pero esa no es la historia que estamos intentando contar, sino dar una lección de historia para hacer reflexionar sobre lo que pasó», puntualizó el actor.