El Tribunal de Nanterre ha condenado al semanario Closer a pagar 100.000 euros a Catalina Middleton, y su esposo, el príncipe Guillermo de Inglaterra, por la publicación, el 2012, de una fotos en topless de la Duquesa de Cambridge.
Se trata de una sentencia “benévola”. El príncipe Guillermo y su esposa pedían 1.500.000 euros en concepto de daños y perjuicios, considerando que las fotos de los pechos desnudos de la duquesa eran un atentado intolerable contra su intimidad.
Los abogados de Closer insistieron en la “buena fe” de sus fotógrafos y en la “buena imagen” que daba de la pareja el topless de la esposa: “Una pareja de enamorados felices, dejando que el sol acaricie la belleza”.
Esto sucedó en el verano de 2012, durante unos días de vacaciones en una lujosa residencia de la Provenza francesa, en al castillo de Autet. Una nube de fotógrafos “rodeó” la residencia, intentando conseguir fotos exclusivas.
El abogado de la aristocrática pareja británica insistió en muchas ocasiones en el “acoso, particularmente doloroso” de la pareja, presentada como una “víctima” de peligrosas bandas de “predadores agresivos” pertrechados de teleobjetivos.
Del 1.500.000 euros que pedían el príncipe y su esposa a los 100.000 euros de la sentencia final hay un abismo económico. Una multa de millón y medio de euros hubiese sido un golpe grave contra un semanario. Reducida a los cien mil euros, se trata de un multa francamente “llevadera”.