Ayer por la noche un terremoto de 8.2 grados de magnitud sacudió México, el epicentro se registró a 116 kilómetros al suroeste de Tres Picos, Chiapas, el cual se sintió en los estados de Oaxaca, Guerrero, la Ciudad de México y Puebla.
Durante el movimiento, que duró casi 40 segundos, varias personas reportaron a través de redes sociales, ver destellos de luz en el cielo. Este fenómeno es conocido como ‘triboluminiscencia’ y es común que suceda en terremotos o erupciones volcánicas.
Este fenómeno sucede cuando algunos materiales se ven sometidos a mucha tensión o movimiento, que produce una ruptura en los enlaces químicos.
En el caso de los sismos, la triboluminiscencia se da cuando las placas tectónicas se mueven con mucha fuerza, y los desplazamientos entre las grietas producen energía que sale en forma de descarga eléctrica.
Friedemann Freund, científico de la NASA, realizó un estudio donde determinó que estas luces se producen por el estrés de las sustancias en la roca, lo que libera una especie de plasma, que viaja a gran velocidad y produce los destellos que vemos en cielo.
Cuando la naturaleza estresa a ciertas rocas, las cargas eléctricas se activan, como si hubieran encendido la batería de la corteza terrestre. Las cargas se combinan y forman una especie de plasma, que viaje a gran velocidad y sale en la superficie como descargas eléctricas’, relató a la revista National Geographic, donde también explicó que pueden ser de diferentes colores y tamaño.
Este fenómeno se da en menos de 0.5 por ciento de los terremotos, especialmente en Italia, Grecia, Francia, Alemania, China, partes de Sudamérica, Japón y Norteamérica.