Mientras Estados Unidos se enfrenta a la destrucción causada por dos potentes huracanes en tres semanas, los estadunidenses conmemoran el 16 aniversario de uno de los días más duros para el país.
En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump encabezó una ceremonia en la que se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Rodeados de numerosos colaboradores, Donald y Melania Trump reflexionaron en silencio en los jardines de la Casa Blanca a las 8:46 de la mañana, la misma hora en la que hace 16 años el primer avión comercial secuestrado por Al Qaeda fue estrellado contra una de las dos torres del World Trade Center neoyorquino.
En total, fueron secuestrados cuatro aviones por militantes de Al Qaeda que fueron usados para atacar el WTC y el Pentágono. El cuarto aparato se estrelló en un campo de Pensilvania.
En los ataques, los más mortíferos cometidos en suelo estadunidense, murieron dos mil 997 personas, hundiendo a Estados Unidos en una serie de guerras contra grupos islámicos.
Este lunes, miles de familiares de las víctimas del 11-S, sobrevivientes, rescatistas y otros acudirán al World Trade Center para recordar el ataque terrorista.
Los tranquilos homenajes se ha convertido en un rito: la lectura de todos los nombres de los fallecidos, minutos de silencio y tañidos de campanas, y dos potentes haces de luz que iluminan la noche recordando el lugar donde estuvieron las Torres Gemelas.
Sin embargo, cada ceremonia tiene su toque personal. Con el paso de los años, algunos de los encargados de recitar los nombres han incorporado mensajes que van de lo universal («Las cosas que creemos que nos separan realmente no lo hacen, todos somos parte de esta Tierra») a lo personal («Te quiero y te extraño. ¡Vamos Packers!»).
En el Pentágono, el secretario de Defensa, Jim Mattis, y el general Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor Conjunto, celebrarán un encuentro privado con las familias de los fallecidos en el edificio a las 09:11 de la mañana del lunes. Tras la lectura de los nombres de las víctimas, habrá un acto público, con una ofrenda floral y declaraciones.
El vicepresidente del país, Mike Pence, y el secretario de Interior, Ryan Zinke, intervendrán en el acto en el Flight 93 National Memorial cerca de Shanksville. El monumento está en el campo donde se estrelló uno de los aviones después de que los pasajeros y la tripulación lucharan para arrebatar el control de avión a los secuestradores, que lo llevaban a Washington.