Un grupo de técnicos recorre las calles de Juchitán y de los cercanos Ixtepec e Ixtaltepec. Entre ellos hay un perito que analiza los muros, los agrietamientos y determina si la marca roja es colocada en la fachada. Si la marca roja es puesta, la construcción debe ser demolida totalmente. Hasta ahora hay un total de 971 casas desahuciadas, pero el universo a revisar es de 12 mil, así que el número puede crecer en los próximos días.
Los habitantes no atestiguan lo que pasa después, se retiran después de llevarse lo que pueden. Electrodomésticos, muebles, ropa, papeles… Se llevan la promesa también de que Sedatu, la dependencia encabezada por Rosario Robles, está diseñando su nuevo hogar. Se habla desde ahora de devolverle cierta gracia perdida a Juchitán, que de tanto crecimiento y autoconstrucción terminó siendo un lugar bastante feo.
La autoconstrucción también aparece como causa de la catástrofe en las pláticas locales. El mercado y el hotel caído ya estaban sentenciados porque se les había detectado problemas estructurales antes del temblor.
En otros casos, los hogares levantados por las familias a lo largo de los años revelaron técnicas bastante precarias de cimentación y reforzamiento. Éstas son las casas a las que se hará una señal roja en su fachada, la señal de que nadie más vivirá entre esos muros inseguros.
Cuando la maquinaria pesada aparece, los ocupantes están lejos, en los albergues. Las palas mecánicas muerden los muros hasta que estos se desintegran.
En la economía local del posterremoto, esto también está pensado para generar trabajo. Decenas de personas llegan a levantar los escombros. Son las cuadrillas del Trabajo Temporal que la Federación (Sedesol y la STPS están deplegando en el área).
Es así como ayer las viviendas censadas bajo el rubro de “daños severos” empezaron a ser demolidas en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
76 MUERTOS. Además, el número de víctimas mortales se elevó a 76. Se informó también que hay 342 escuelas con daños severos y la cifra de damnificados supera los 900 mil en 41 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec.
La ayuda humanitaria ha empezado a fluir, y los víveres los entregará el Ejército a las familias afectadas.
Las brigadas desplegadas en los municipios afectados están censando las viviendas, se encargan de determinar el nivel daño que tienen y priorizan la atención a los afectados, mismos que están siendo trasladados a cuatro refugios, instalados en los municipios de Juchitán de Zaragoza, Reforma de Pineda, San Francisco Ixhuatán y Asunción Ixtaltepec.
El gobierno estatal afirmó que en el estado hay una crisis humanitaria y se recomendó a los diferentes actores políticos a no politizar la ayuda que llega para los damnificados.
Se les pidió a los afectados que no caigan en la desesperación, pues todos recibirán la ayuda que necesitan.
El gobierno oaxaqueño dijo que los censos se realizarán casa por casa y se reconstruirán todas las viviendas afectadas gravemente.