La nueva generación de perros rescatistas ya se prepara en la Marina. Los cadetes de cuatro patas se alistan para incorporarse a los elementos veteranos de búsqueda y rescate. Estos cachorros de raza belga, de tan sólo tres meses de edad, comienzan su entrenamiento cada mañana al sonar las trompetas del cuartel.
Los cachorros desde los 15 o 20 días de nacidos son sometidos a varias pruebas físicas y motoras para descubrir sus habilidades, en particular de investigación y la olfativa.
El entrenamiento formal de los perros consiste en ejercicios de búsqueda de personas, “nosotros entrenamos con personas, las ponemos dentro de cajas, las encerramos bajo tierra, en un entorno controlado, los dejamos una media hora y los mandamos a buscar su pelota —pero se le esconde— y se le dice que busquen, entonces los perros lo que quieren en su mente es la pelota, pero como no la ven comienzan a agudizar su olfato y oído activando mejor sus sentidos de esta forma sintiendo el estrés de las personas atrapadas —a través de su olor— entonces relacionan la pelota con estos aromas; una vez que llegan a una estructuras colapsadas y ladran, significa que localizaron algo”, explica el capitán de fragata, Israel Monterde Cervantes, quien es el encargado de la Sección Canina de la Ciudad de México.
Estos nuevos elementos caninos son comandados por la famosa perrita de rescate Frida, una veterana de la Marina, de 8 años de edad, de raza labrador, que suma en toda su trayectoria 53 localizaciones, de las cuales 12 fueron encontradas con vida.
Frida continuará trabajando para la Marina debido a su buena condición física y su capacidad de investigación innata, todas esas características hacen que su vida operativa aumenta un año o dos.
Una vez que termine esta vida operativa, Frida se convertirá en un perro de confirmación, esto significa que los perros más jóvenes realizarán la búsqueda entre los escombros, y una vez que localizan a una persona, Frida ingresará al lugar para confirmar dicha localización.
LA PARTICULARIDAD DE FRIDA. Frida es el elemento más valioso de la brigada canina de búsqueda y rescate, porque a pesar de no contar con un entrenamiento para localizar cadáveres, los ha encontrado, por eso tiene tantas localizaciones, cuando los encuentra no ladra, pero sí hay un cambio de comportamiento y comienza a merodear el área donde se encuentra la persona fallecida.
Con esta acción, Frida les da a los familiares y amigos de la víctima la oportunidad de recuperar el cuerpo de su ser querido.
En su grupo participan otros dos perros de raza pastor belga, los cuales no se encontraban en el cuartel pues continúan con el trabajo de búsqueda en el edificio 286 de Álvaro Obregón, debido al terremoto que azotó a la Ciudad de México el 19 de septiembre.