El gobierno francés tendrá que devolver cerca de 10 mil millones de euros a grandes empresas después de que la justicia anulara un impuesto sobre los dividendos aprobado por el anterior gobierno socialista, dijo el miércoles el portavoz del ejecutivo Christophe Castaner.
El Consejo Constitucional decidió invalidar un impuesto del 3 % sobre los dividendos aprobado en 2012 por el entonces presidente François Hollande, que tenía el objetivo de alentar a las compañías a reinvertir sus beneficios.
“El amateurismo jurídico ha llevado a hacerle el mayor regalo fiscal que jamás recibieron las empresas de este país”, lamentó el portavoz.
“Hablamos de entre 8 mil y 10 mil millones, el riesgo máximo es de 10 mil”, añadió.
Se trata de una mala noticia para el gobierno francés del presidente Emmanuel Macron, que se ha comprometido a reducir este año el déficit por debajo del 3% del PIB, como le exige Bruselas.