El presidente estadunidense, Donald Trump, pidió ayer aplicar la pena de muerte al migrante uzbeko Sayfullo Saipov, autor del atentado que el martes dejó 8 personas muertas en un carril para bicicletas en Manhattan, Nueva York.
El presidente republicano publicó en Twitter un mensaje donde se leía, sencillmanete “PENA DE MUERTE”, así, en altas, en referencia clara al ataque en el sur de la isla.
Aunque el estado de Nueva York no contempla la pena capital en su sistema penal, que tiene la cadena perpetua como máximo castigo, Saipov sí podría recibir una condena a muerte en un juicio federal por terrorismo.
No obstante, algunos expertos ya han advertido de que los tuits de Trump sobre la pena de muerte para el sospechoso pueden complicar la labor de los fiscales y ser usados por la defensa para cuestionar las garantías de un juicio justo.
GUANTÁNAMO. Por otra parte, Trump también rectificó su comentario del miércoles en el que aseguró que valoraría la opción de enviar a Saipov a Guantánamo. “¿Enviarlo a Guantánamo? Definitivamente lo consideraría”, comentó el presidente, quien calificó de “animal” al presunto terrorista, al ser cuestionado al respecto por un periodista.
Sin embargo, ayer el presidente estadunidense reculó en Twitter, donde afirmó: “Me encantaría enviar al terrorista de Nueva York a Guantánamo, pero estadísticamente ese proceso lleva mucho más tiempo que pasar por el sistema federal” de justicia.
Además, el presidente sostuvo que sería “apropiado” mantener al autor del atentado, que también dejó una docena de heridos, “en el país del horrible crimen que cometió”.
Nadie detenido en suelo estadunidense ha sido enviado nunca al penal de Guantánamo, ubicado en una base naval en Cuba, y desde 2008 tampoco ha sido trasladado allí ningún presunto terrorista capturado en el extranjero.
El expresidente demócrata Barack Obama prometió cerrar Guantánamo al llegar al poder, en enero de 2009, y aunque no pudo cumplir su promesa, consiguió reducir la población carcelaria de 242 a 41 presos, con la transferencia de casi dos centenares de individuos a otros países.
Durante la campaña electoral, Trump se mostró contrario a las liberaciones de presos de Guantánamo y, además, prometió mantener y ampliar esa cárcel para llenarla, en sus palabras, de “tipos malos”.
INVESTIGACIÓN. Paralelamente, la investigación sobre el atentado prosigue, y ayer el jefe antiterrorista de Nueva York, John Miller, afirmó que por el momento creen que Saipov actuó sólo, inspirado puramente por la propaganda del Estado Islámico que había conseguido en las redes sociales.
Miller precisó en una entrevista en la emisora CBS que “da la impresión” que el sospechoso, de 29 años, “se radicalizó después de llegar a Estados Unidos” en 2010.
La policía llegó a emitir una orden de arresto contra un amigo de Saipov, Mukhammadzoir Kadírov, pero luego descartaron que tuviera vínculo alguno con el ataque.
Las autoridades quieren interrogar más a fondo a Saipov, que permanece hospitalizado, para conocer todos sus movimientos en EU y los contactos que pudo tener en el país.