Alfonso Romo, coordinador del proyecto de nación del aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el eventual gobierno del tabasqueño no será dadivoso, sino uno que garantice un país en el que haya miles de nuevas empresas.
“En general no va a ser un gobierno dadivoso, vamos a construir un país para que haya iniciativa y haya miles de empresas nuevas, con miles de iniciativas. Tenemos que crear un ambiente de confianza y de certidumbre para que el sistema financiero permita mucha inclusión, si no, vamos a tener la violencia”, dijo en entrevista con Carlos Marín para El asalto a la razón.
El empresario regiomontano detalló que el plan del líder de Morena es que en vez de echar atrás las reformas impulsadas en el sexenio de Peña Nieto, las evaluará para ajustar aquellas que no estén funcionando.
“Con responsabilidad vamos a revisar qué funciona y qué no; si está funcionando, bien, lo vamos a dejar; lo que no está funcionando, lo vamos a ajustar”, dijo.
Romo afirmó que en el plan de López Obrador, cuyo boceto fue presentado en una asamblea de Morena el 20 de noviembre, la reforma educativa debe aplicarse de manera regionalizada.
El coordinador explicó que en caso de llegar a la Presidencia, se buscará “alinear intereses” con el magisterio disidente para mejorar la calidad de la educación.
“Necesitamos una reforma consensada. Con la reforma educativa tenemos que ser muy inteligentes en cómo tratamos a las diferentes regiones y disidencias. Tiene que haber aplicaciones diferentes. Es decir: ‘Vamos a consensar, no a pelear’”, dijo.
En 2006, Romo formó parte de los empresarios intentaron impedir el triunfo de AMLO, ahora es integrante del equipo del tabasqueño y reconoce que en México “hay una carencia de valores éticos y morales”, la corrupción ha ocasionado que el país tenga que ser “reconstruido”.
“Ha escalado tanto (la corrupción) que, junto con la inseguridad y la delincuencia, se ha agravado, y la población está enojada, ya no quiere más corrupción, más impunidad, más delincuencia, no pueden salir a la calle; tienes un tráiler, te cobran un (derecho de) piso, ¡ya!”, aseguró.
Además, afirma que aunque sí hay desarrollo y crecimiento en México, éstos han sido desiguales, pues “tienes un norte muy próspero, pero un sureste muy retrasado”.
Lamentó que haya 62 millones de pobres, que 1 por ciento de la población gane más de 10 salarios mínimos, mientras que 30 por ciento viva con menos de uno y medio.
Por ello, confió en que “vamos a cambiar el rumbo, la esperanza y la realidad, y que todo mundo piense que está en un país que va para adelante y que no nos estamos hundiendo.
“Si cambiamos el sentimiento de la nación y evolucionamos, entre todos lo salvamos y el proyecto, por más romántico que se oiga, es un llamado a despertar las emociones de los mexicanos para que todos pongan su granito de arena”, aseguró.