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Cunduacán.-El 21 de abril pasado, dos contratistas locales, Benito Estrada y Enrique Gómez, le pusieron el dedo en la llaga a la enorme corrupción que existe en la asignación de la obra pública en la administración de Tito Campos Piedra.
Los constructores, sin miedo a represalias, han denunciado la corrupción que, afirman, llegó a muy altos niveles en la administración de Campos Piedra, donde amigos y gente del primer círculo de la primera autoridad perredista se llevan la mayoría de los millonarios contratos de obra pública mientras que las empresas locales quiebran.
Novedades de Tabasco tuvo acceso a información vía Transparencia del Ayuntamiento de Cunduacán, en la cual se asienta que la administración de Tito Campos contrató, solo en el 2017, más de 20 millones de pesos en adquisiciones directas, cuyos montos van desde 800 mil pesos hasta 2 millones, a prestadores de servicios, entre los principales beneficiarios aparecen la Constructora Ayapa, el contratista Santiago López, la constructora Teknomatric y la Proveedora y Mantenimiento Integral y Servicios y Edificaciones Tecton.
En total son alrededor de 15 prestadores de servicios a los que el edil ha apoyado con adjudicaciones directas, pero lo delicado del asunto es que estos contratos han quedado en manos de un solo grupo de empresas, al parecer prestanombres del edil.
Empero, la administración perredista también esconde información, porque en dicha página no se reporta o se especifica el rubro de acción que ampara el monto de lo contratado, por lo que aquí también hay violaciones a la ley.
Asimismo, la nómina municipal refleja el grado de nepotismo de esa administración, ya que el secretario del Ayuntamiento, José Alberto Torres Collado, tiene a su primo en la Dirección de Atención Ciudadana, mientras el director de Obras Públicas, Asentamientos y Servicios Municipales, Juan José Hernández Almeida, logró meter a cobrar a Abimael Hernández Hernández, en Fomento Económico.
El privilegio de mandar
Con la brutal agresión que sufrió un agente de la Policía Estatal de Caminos de manos de José Campos Morales, hijo del edil perredista Tito Campos Piedra, cinco meses después de la toma de posesión de su papá, desde entonces quedó de manifiesto el sello característico de lo que sería su administración: un régimen de terror, corrupción y violaciones a la ley.
Para nadie es secreto que en el Ayuntamiento de Cunduacán los que mandan, controlan las compras y adquisiciones y someten a los funcionarios son los dos hijos de don Tito Campos: Conchi y José Campos Morales. La primera como presidenta honoraria del DIF y el segundo como asesor de Presidencia.
El pasado mes de noviembre, en un intento por maquillar la imagen desastrosa de su gobierno, Tito Campos reconoció que Cunduacán es el municipio con menos observaciones en la cuenta pública del 2016, aunque en el fondo acepta que hay irregularidades.
Quien ejerce el poder en Cunduacán es Concepción Campos Morales, hija del alcalde, quien se desempeña como directora del DIF municipal.
Testimonios de los mismos empleados, quienes pidieron omitir sus nombres, señalan que la hija del presidente y su esposo Abelmar López Arias son parte de la nómina secreta del Ayuntamiento de Cunduacán, incluso tienen asignada custodia personal, vales de gasolina y encabezan las reuniones de cabildo.
Denuncian que la señora Conchi realiza constantemente viajes a Mérida, Yucatán, donde se presume tiene propiedades el edil perredista.
También hace de las suyas José Campos García, quien en mayo del 2016 golpeo y lesionó a un agente de tránsito, por el solo hecho de detener su unidad donde este viajaba alcoholizado.
El escándalo no trascendió y mucho menos se le fincó ninguna responsabilidad al junior.
En este sentido, policías de la Dirección de Seguridad Pública que dirige Rafael Lezama Javier, llegaron a bordo de las patrullas 1560 y 1559, pero al ver que se trataba del hijo del primer regidor solo se dignaron a ver el ataque, y al final escondieron a José Campos en la patrulla 1560.
