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“Arte circense y actos aéreos”, es el taller que impartió la Mtra. Alondra Bueno Rivera a personas interesadas por aprender esta disciplina, del 11 al 15 de diciembre en la cancha techada de básquetbol de la Ciudad Deportiva.
La instructora comentó que el objetivo de las clases fue enseñar específicamente la danza aérea y compartir sus conocimientos que ha adquirido a lo largo de su trayectoria en este arte sobre técnicas y clases de figuras. Además ayudar a los participantes a descubrir y generar su propio estilo así como ideas creativas para inventar números que en un futuro, si se dedican profesionalmente a esto, puedan presentarlos en festivales.
Durante 5 días vieron ejercicios para hacer antes de subir, un calentamiento básico que incluye una preparación física, pues en esta actividad se necesita fuerza y resistencia principalmente, así como el manejo de la línea del cuerpo; luego un calentamiento especial arriba en la tela, para continuar con el trabajo. “La flexibilidad es básica y facilita mucho hacer muchas cosas allá arriba. A veces reemplaza la fuerza un poco. Si eres muy flexible, entonces puede que no necesites tanta fuerza para hacer ciertas cosas”, señaló.
Para finalizar, mostró cómo se realiza el enfriamiento para no lastimarse y para que todos los músculos se relajen y así el siguiente día no aparezcan contracturas.
Definió a las artes circenses como todas las actividades relacionadas al circo: la danza aérea en tela, malabares, payasos, equilibrismo, cuerda, trapecio, mástil chino, aro, monociclo, mano a mano, báscula rusa, trampolín y acro danza.
Señaló que el inicio de la danza aérea se dio al fusionarse la danza contemporánea y el circo. “La danza se complementa mucho con este arte, en cualquier sentido, porque sirve mucho para las líneas del cuerpo, la estética y te ayuda a entender la rítmica del cuerpo”, indicó.
Platicó sobre su primer acercamiento a este arte hace 7 años, cuando entró a la Escuela de Artes Escénicas Escena 3. Después, cuando investigó más descubrió que le gustaba y decidió iniciar de manera profesional, llevó clases con el Mtro. Juan Luis González, en Guadalajara, Jalisco, y comenzó a trabajar en el circo Alebrijes, uno de los más importantes de esa entidad, donde permaneció 2 años.
Posteriormente, junto con otros compañeros se preparó más para aventurarse a hacer audiciones en varios países y entrar a una escuela de circo, logrando ser aceptada en una ubicada en Ginebra, Suiza, donde actualmente cursa el tercer año. Su objetivo es volver a México y compartir todo lo que va aprendiendo allá, como ahora lo hizo a través de este taller, una propuesta que le parece excelente que las instituciones hagan, pues a través de estos cursos se permite que haya intercambio y expansión de conocimientos de las diferentes artes en nuestro país.
Por último, sobre sus planes a corto plazo mencionó, “mi plan es seguirme formando todavía, ya que estoy en Europa, intentar visitar otras escuelas o ver si puedo formar parte de otra escuela o quizá de alguna compañía de circo”.
Este taller fue realizado por el Instituto Estatal de Cultura (IEC) en coordinación con el Instituto del Deporte de Tabasco (INDETAB).
