El Museo de Historia Natural José Narciso Rovirosa Andrade, cuenta ahora con un recorrido más orgánico y amigable; los colores, sonidos, juegos de luces y la tecnología implementada, permitirá disfrutar lo más real posible de los seres que habitaron esta parte del planeta, consideró el historiador Ricardo de la Peña Marshall
Su rehabilitación y remodelación logró captar la esencia de lo que es este tipo de museos, añadió quien fuera el primer director de este recinto que fue inaugurado en diciembre de 1988, y valoró que los visitantes podrán encontrar en cada una de sus cinco salas la historia de la Tierra, la evolución del ser humano y la flora y fauna de nuestro estado.
Asimismo, mediante la tecnología se dispone de mappings y pantallas; para el acceso de personas con discapacidad se habilitaron una rampa para silla de ruedas y un elevador especial, resaltó.
“Se incluyó también algo que había sido un requerimiento desde que se abrió el museo: una techumbre que protegiera a los niños cuando estaba lloviendo o había mucho sol”, puntualizó Ricardo de la Peña.
Por último, invitó a las familias a visitar este espacio donde además de aprender tendrán un disfrute emocional y científico, aparte que podrán disfrutar del corredor cultural y recreativo que conforman los parques Museo de La Venta y Tomás Garrido, y la Laguna de las Ilusiones.