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La Fiscalía de Chihuahua informó que el móvil de la masacre en el Club Gallístico Santa María, que dejó seis muertos y 14 heridos, se debió a una disputa entre narcomenudistas de los cárteles de Juárez y de Sinaloa.
La dependencia informó que presuntos integrantes del grupo conocido como La Línea iban tras Héctor Murillo Tavares, El Cochiloco, y Josué Otero, dos de los principales distribuidores de droga en la capital del estado y quienes pertenecen al grupo delictivo Gente Nueva, del cártel de Sinaloa.
Mientras avanzan las investigaciones sobre el ataque, se supo que Murillo y Otero eran buscados por las autoridades, ya que el primero era considerado uno de los principales narcomenudistas en el noroeste de Chihuahua y el segundo era uno de los principales objetivos de la Fiscalía.
Ayer se difundió un video de la múltiple ejecución por parte de un comando de La Línea.
Añadió que personal ministerial continúa con las indagatorias para capturar a los autores de la matanza ocurrida la noche del pasado sábado en el palenque clandestino en el kilómetro 10.5 de la carretera que conduce de la capital de la entidad a Ciudad Cuauhtémoc.
«Varios sujetos con el rostro cubierto con capuchas dispararon con armas de fuego a los asistentes. En el lugar fallecieron cuatro personas y dos más cuando recibían atención médica, asimismo resultaron lesionadas 14 personas, entre ellas, dos menores de 7 y 10 años de edad.
De acuerdo a los reportes de los agentes investigadores de la Unidad de Delitos contra la Vida de la dependencia se sabe que los pistoleros viajaban en una camioneta Suburban gris y un Dodge, Avenger azul.
La diputada local Nadia Siqueiros condenó los hechos, tras la iniciativa que presentó en agosto pasado para aumentar el castigo a involucrados en peleas clandestinas de animales.
