Los expendios de comida en las calles de Villahermosa se ha convertido en un serio problema de salud pública debido a la proliferación de más de 5 mil establecimientos en distintos puntos, que en números redondos llegan a rebasar al total de afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
El año pasado, este monstruo de la economía informal dio muestras de lo que es capaz de ocasionar, al contribuir con más de 17 mil casos de enfermos por infecciones gastrointestinales, tifoidea, intoxicación alimentaria y salmonelosis, según se asienta en el último boletín de la Dirección General de Epidemiología que semanalmente se publica en el portal de la Secretaría de Salud.
Por orden de importancia, fueron las enfermedades infecciosas intestinales las que mayor problema provocaron entre los consumidores de alimentos que se expenden en la vía pública, ya que en el 2017 se atendieron a más de 9 mil enfermos.
Tanto los colegios médicos como especialistas del ramo coinciden en que los expendios de alimentos ubicados en la calle son los sitios de mayor contagio de enfermedades intestinales y estomacales, porque los vendedores manipulan indistintamente los alimentos y el dinero, y es que los billetes y monedas son el principal vehículo de muchas bacterias, entre ellas la salmonella, la salmonelosis y tifoidea.
Asimismo, las moscas, vectores transmisores de enfermedades, se posan en los alimentos y van diseminando infecciones.
En ese sentido, el especialista José del Carmen Rodríguez, médico internista, reconoce que los hábitos dietéticos y los modelos tradicionales de comida cambian cuando las poblaciones se desplazan de las zonas rurales a las urbanas.
Las ciudades ofrecen a quienes no pueden volver a sus hogares, por la misma dinámica urbana, numerosas alternativas alimentarias, dentro de las cuales destacan tanto la comida callejera, como en restaurantes y quioscos.
El sector informal de la economía alimentaria crece. Los alimentos de venta callejera, a menudo pasan inadvertidos a las inspecciones y controles formales. Por lo tanto, pueden contribuir al deterioro de la higiene ambiental.
Los alimentos de venta callejera requieren una política general que garantice la inocuidad y salubridad de los alimentos.
El propio coordinador de la Zona Luz, Juan Hernández Solís, criticó que ese corredor turístico se volvió a convertir en un centro de ambulantes por donde desfilan vendedores tanto de alimentos como de otros productos.
Expuso que a los vendedores de alimentos se les debe exigir estrictos controles de limpieza y manipulación, tal y como se hace con los restaurantes y loncherías formales.
“Es deber del Sector Salud velar que estos controles se cumplan y hacer un llamado a la población a que no ingiera alimentos de procedencia dudosa o que sean manipulados en sitios cercanos a alcantarillas, baños y sin las medidas básicas de higiene”.
Uno de los objetivos de esta institución es regular, vigilar y controlar la inocuidad, seguridad y eficacia de los alimentos, materias primas, envases, empaques, artículos y equipos destinados a estar en contacto con alimentos, así como las instalaciones e industrias dedicadas a la elaboración de bienes y productos de uso y consumo humano.
Los riesgos
Si los ambulantes no cumplen con las medidas de higiene, los consumidores corren el riesgo de contraer enfermedades como diarrea, tifoidea, y gastroenteritis.
Ante la llegada de la primavera y los días más calurosos, la delegación en Tabasco del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), exhortó a la población en general a tener cuidado con su alimentación pues la descomposición de algunos productos (en especial los mariscos), así como la propagación de gérmenes, bacterias, virus y parásitos, provocan un incremento en la demanda de atención médica por enfermedades gastrointestinales.
Precisamente en la Cuaresma, alimentos como pescados y mariscos aumentan su demanda, por lo que su consumo en condiciones inadecuadas pueden generar enfermedades como la salmonelosis y diarrea, padecimientos que de no ser atendidos a tiempo llegan a complicarse hasta poner en riesgo la vida.
Por ello, al comprar productos del mar, es importante percibir su aroma y si desprende olor amoniaco o huele mal, no debe consumirse. Es importante revisar que los ojos estén brillantes, cristalinos y saltones; de lo contrario, cuando se ven opacos, oscuros o grisáceos es síntoma de que no está en buenas condiciones.
COMIDA INSALUBRE
EL PELIGRO:
-Poca higiene
-Exceso de grasa y sal
-Comida en mal estado
CONSECUENCIAS:
-Exceso de peso
-Colesterol elevado
Aumento de la presión arterial
Diabetes
Enfermedades cardiovasculares
Infecciones gastrointestinales
¿CÓMO SE COMBATE?
-Evitar consumir alimentos en la calle
-Prepare los alimentos en casa
CORREDOR DE LA FRITANGA
-Av. Constitución
-Av. Francisco I. Madero
-Calle Bastar Sozaya
-Calle Eusebio Castillo
-Calle Lino Merino
-Calle Venustiano Carranza
CIFRAS
NÚMERO DE ENFERMOS
- 9 MIL 119 enfermedades infecciosas
- 7 MIL 121 infecciones intestinales
- 632 amebiasis intestinal
- 537 Salmonelosis
- 135 fiebre paratifoidea
- 99 tifoidea
- 53 intoxicación alimentaria
El número de establecimientos informales en la capital tabasqueña es tal, que llegan a rebasar al total de afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac)
Los alimentos de venta callejera a menudo pasan inadvertidos a las inspecciones y controles
El año pasado, las enfermedades infecciosas fueron las que mayor problema provocaron entre la población