La palma de aceite se ha convertido en el nuevo motor de la economía del sector agropecuario, y bajo esa premisa el Gobierno de la República impulsa un megaproyecto que permitirá duplicar la superficie de ese cultivo de aquí al 2019, reveló Santiago José Argüello Campos, director de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa.
Precisó que la meta es llegar en ese lapso a 40 mil hectáreas en la entidad y 50 mil en toda la región Sur-Sureste.
Lo anterior, dijo, permitirá duplicar la cantidad de hectáreas, y es que a nivel país hay 95 mil hectáreas sembradas, de las que Tabasco tiene más de 20 mil.
“Tabasco es un líder productor en palma de aceite. Buscamos que sea una alternativa para reemplazar aquellas actividades que por cuestiones del precio del petróleo se han visto desfavorecidas”, expresó al participar en el primer Congreso Palmero Mexicano.
Explicó que la Federación ha invertido entre 70 a 80 millones de pesos para el periodo de 2016-2018, a lo que se suman las inversiones vía créditos e inversión privada.
“El potencial y la fuerza de trabajo lo tiene el productor tabasqueño, el financiamiento está presente, tenemos una excelente relación con el Gobierno del Estado y con las instituciones de investigación para acompañar el paquete tecnológico”, resaltó en compañía de productores y autoridades locales.
Además, indicó que buscan que las empresas extractoras desarrollen a los pequeños productores con asistencia técnica: “en un pequeño productor estamos hablando de ocho a diez hectáreas en donde hay potencial para que más productores puedan incorporarse como una alternativa para reactivar el desarrollo económico de las diferentes regiones”.
El funcionario apuntó que el estado tiene un potencial productivo para 300 mil hectáreas de palma de aceite.
Reconoció que a nivel región en estos momentos hay 14 plantas procesadoras de aceite de palma operando: Chiapas tiene la mayor superficie de palma y es donde hay establecidas nueve agrofactorías; Tabasco tiene dos (una en la región de Los Ríos y otra en Jalapa); Campeche tiene tres y Veracruz cuatro.
Añadió que las superficies y las zonas más aptas para su cultivo son el sur de Veracruz, sur de Campeche y todo el estado de Tabasco.
La entidad cuenta con una superficie de 16 mil 195.24 hectáreas de palma de aceite en nueve de sus municipios, con una producción de 163 mil 5.34 toneladas de racimos de fruta fresca (RFF), lo que representa el 21.58 por ciento de la producción nacional.
A pesar del crecimiento importante de este cultivo en el país, México aún importa el 80 por ciento de las 450 mil toneladas que se consumen anualmente. Esas importaciones –añadió- provienen principalmente de Centro y Sudamérica: “es una gran oportunidad que tenemos para poder generar empleo en el sector rural y desarrollar inversiones en cuestiones de agroindustria”, expuso.
“Tabasco es un líder productor en palma de aceite. Buscamos que sea una alternativa para reemplazar aquellas actividades que por cuestiones del precio del petróleo se han visto desfavorecidas”
Santiago José Argüello Campos
Director de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa
EL NUEVO ORO VERDE
95 MIL hectáreas sembradas a nivel nacional
20 MIL hectáreas corresponden a Tabasco
163 MIL toneladas de racimos producidas
40 MIL hectáreas, la meta a sembrar
La joya de la agroindustria
La palma de aceite en el ámbito mundial, también conocida como palma africana, ha escalado para ser hoy la segunda fuente más importante de aceite vegetal después de la soya, con la diferencia de que la primera sólo produce 350 kilogramos de aceite por ciclo, mientras que de la palma es posible obtener más de cuatro toneladas de aceite por hectárea al año.
A diferencia de otros cultivos perennes, que inician su producción a los cuatro o más años, esta palma tropical inicia la producción a partir del segundo año de establecida en campo, y continúa por más de veinticinco años.
Una producción de racimos durante todo el año tiene un promedio de mil 500 frutos o corozo por racimo. Si se toma en cuenta el peso total, al menos el 20 por ciento de él corresponde a aceite rojo comestible, semi-líquido, que se encuentra en la pulpa fibrosa que rodea a la semilla.