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Dolores Hernández/Rubén Concepción Góngora/Francisco Uribe
El Ejército Mexicano llega a su 105 aniversario este lunes, en medio de momentos cruciales a los que se enfrenta esa institución, tanto por el proceso de transformación y modernización que vive, como por la amenaza interna que representa para el país el crimen organizado, cuya lucha ha dejado más de 535 militares muertos en cumplimiento de su deber y más de 21 mil civiles, según documentos oficiales de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Procuraduría General de la República (PGR), revisados por Novedades de Tabasco.
El inmenso número de bajas que ha sufrido esa institución castrense, volvió a poner en la mesa de debate sobre si los soldados deben continuar en esa campaña de lucha permanente contra de las drogas o regresarse a los cuarteles, aun cuando la disposición del máximo jefe de las fuerzas armadas del país, Enrique Peña Nieto, es en el sentido de que este continuará en las calles.
Varios altos cargos de la ONU han instado a México a «retirar por completo las fuerzas militares de las actividades relacionadas con la aplicación de la ley» y asegurar que «la seguridad pública sea garantizada por las fuerzas de seguridad civiles en lugar de las militares».
El expresidente Felipe Calderón utilizó por primera vez al Ejército Mexicano para realizar tareas policiales en diciembre de 2006, cuando decidió que su mandato tenía como objetivo «recuperar» a México del crimen organizado. Para ello, Calderón planteaba que era necesario el Ejército: los departamentos de policía locales eran demasiado débiles y estaban corruptos.
Aunque la Constitución prohíbe expresamente a las autoridades militares a intervenir motu propio en los asuntos civiles en tiempos de paz, en el año 2000 el Tribunal Supremo interpretó esta disposición en el sentido de que las fuerzas armadas podrían ayudar a las autoridades civiles siempre que se solicitara su apoyo de forma explícita.
En diciembre de 2016, Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa de México, declaró que la lucha en contra de la guerra contra las drogas ha «desnaturalizado» al Ejército Mexicano. Según él, los soldados no han sido entrenados «para perseguir delincuentes».
Cienfuegos exigió una ley que estableciera una distinción legal más precisa entre la seguridad pública (del ámbito de la policía) y la seguridad interna (amenazas específicas que requieren la intervención militar).
LA OTRA TORMENTA
A 11 años de que el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón iniciara la llamada guerra contra las drogas, 535 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han muerto en labores de combate al narcotráfico.
Esto de acuerdo con la Relación de personal fallecido en aplicación de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Control de explosivos al 31 de diciembre de 2017, de la Sedena.
En 2010 se registró el mayor número de fallecimientos, ya que hubo 89 bajas militares, de las cuales 48 fueron producto de agresiones con arma de fuego; 17 por accidentes automovilísticos; 15 por incidentes aéreos, cinco por ejecución, tres por ahogamiento y una sin especificar.
En 2012, último año del sexenio de Felipe Calderón, murieron 73 militares; 48 por agresiones con arma de fuego; 17 por accidentes automovilísticos, dos por ejecución, dos por caída, uno atropellado, uno ahogado, uno por descarga eléctrica y uno por accidente con arma de fuego.
Le siguió 2011, año en el que fallecieron 62 militares; 40 por agresión con arma de fuego, 17 por accidentes automovilísticos, tres por ejecución y dos ahogados.
De 2013 a 2017, ya con Enrique Peña Nieto en la Presidencia, los fallecimientos de militares, producto de la lucha contra las drogas, disminuyeron 45%, pues pasaron de 44 decesos en 2013 a 34 en 2016.
Hasta el 31 de diciembre del 2017, un total de 38 militares han muerto, de los cuales 16 han sido baja producto de una agresión con arma de fuego; 12 por accidente automovilístico, ocho fueron arrastrados por la corriente de un río, uno por caída y uno por incidente con arma de fuego.
Los cinco estados donde mayor número de elementos castrenses han fallecido son Tamaulipas con 129; Sinaloa 67; Michoacán con 56; Guerrero con 50 y Nuevo León con 33.
Le siguen, Chihuahua con 29 militares fallecidos; Sonora con 26; Jalisco 25; Zacatecas con 22; Durango con 20 y Veracruz con 18.
Estas entidades, salvo Zacatecas y Veracruz, fueron escenario, a partir de diciembre de 2006, de operativos permanentes con la participación de las fuerzas armadas, acciones que inauguraron la llamada guerra contra las drogas.
La lucha contra el narcotráfico ha dejado un saldo de 530 militares muertos en 12 años de enfrentamientos, que inició en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón.
LA INSTITUCIÓN MÁS CONFIABLE: PARAMETRÍA
Durante el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012), la estrategia de seguridad se ha basado en el envío de militares al combate al crimen organizado, estudios llevados a cabo por la empresa Parametría, revelan que la institución militar cuenta con un nivel de confianza de 58%, contra 40% de desconfianza.
Datos de la serie histórica realizada por Parametría hace más de 15 años muestran que los porcentajes de confianza en las fuerzas militares han oscilado entre 52% y 75%, cifras muy por arriba de lo que registran otras instituciones como la policía estatal o la Policía Federal, abunda el reporte de la encuestadora. El indicador de confianza hacia el Ejército tuvo su punto más alto en 2012 (75%), en tanto que la violencia en el país —considerando los asesinatos— alcanzó su nivel más crítico en 2011.
El estudio detalla que desde 2008 se mantiene una mayoría de consultados que prefiere al Ejército en el patrullaje de las calles, y no a la policía. Los datos oscilan entre 60% y 66% de respaldo para los militares, mientras que el apoyo para las corporaciones civiles se ha sostenido en una tendencia a la baja, cuyo nivel más bajo es de 18% en la más reciente medición.
Esta encuesta es publicada en el contexto de la discusión en el Congreso de las iniciativas de Ley de Seguridad Interior, que buscan dar certidumbre legal a la participación de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública, debido a que la Constitución señala que ésta es una tarea de las instituciones civiles.
Especialistas y legisladores han manifestado su rechazo a mantener a los militares en este tipo de labores, argumentando que su formación no corresponde con la seguridad pública, sino con la defensa del país ante amenazas externas a la soberanía nacional; incluso el titular de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos —quien ha abogado por la aprobación de la Ley de Seguridad Interior—, ha reconocido esta situación.
“Ninguno de los que estamos con ustedes aquí estudiamos para perseguir delincuentes. Nuestra idea, nuestra función es otra, y se está desnaturalizando (…) Estamos pidiendo que se regularice la actuación de las Fuerzas Armadas, ya que los mexicanos quieren que estén en sus cuarteles, y yo sería el primero en levantar no una, sino las dos manos, para que nos vayamos a hacer nuestras tareas constitucionales”, afirmó el general secretario en diciembre pasado.
POR DECRETO
La Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos establece en el Artículo 1 la misión a la que se deben:
-Defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación.
-Garantizar la seguridad interior.
-Auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas.
-Realizar acciones cívicas y obras sociales.
-En caso de desastre prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas.
CIFRAS
535 militares muertos como parte de la lucha contra el narcotráfico
Estados donde mayor número de elementos castrenses han fallecido
Tamaulipas: 129
Sinaloa: 67
Michoacán: 56
Guerrero: 50
Nuevo León: 33
Chihuahua: 29
Sonora: 26
Jalisco: 25
Zacatecas: 22
Durango: 20
Veracruz: 18
ONCE AÑOS DE GUERRA
21 mil homicidios
147 cuentas bancarias incautadas
358 inmuebles asegurados
229,636 euros
48.2 mdd
Fuente: Atlas de la seguridad y defensa de México 2017, Sedena, Segob
OPINIONES DIVIDIDAS
¿El Ejército debe continuar en las calles?
“No nos vamos a retirar. No sé de donde salió la idea, la gente es la que no quiere que nos vayamos, no es nada más la orden del presidente de la República”.
Salvador Cienfuegos Zepeda
Secretario de la Defensa Nacional
“La presencia de los militares siempre inhibe a la delincuencia y el apoyo que nos pueden brindar a cada uno de los estados es bienvenido, y van a continuar en la calles, teniendo presencia porque la ciudadanía así lo exige».
Jorge Alberto Aguirre Carbajal
Secretario de Seguridad Pública
“Para qué queremos tener encerrado al Ejército, si la ciudad está al margen de la delincuencia, los militares y judiciales, deben de estar en la calle cuidando al ciudadano, qué hacen encuartelados”
José Atila Morales Ruiz
Diputado del PRD
“Los militares deben de estar en los cuarteles, el tema de que anden combatiendo el narcotráfico, no les corresponde, su función es resguardar la seguridad y la soberanía nacional, no es su papel andar cazando delincuentes”
Martín Palacios Calderón
Diputado del PT
“No pueden seguir combatiendo los militares una cuestión que le corresponde a la Policía Federal: atacar al crimen organizado, el Ejército no está para eso”
Charles Méndez Sánchez
Diputado del PRD
