En alerta permanente se encuentran los ganaderos tabasqueños ante la temporada de sequía que afecta casi a la totalidad del territorio estatal. El ganado bovino pierde peso bruscamente por la falta de agua, pastura y sombra, ya que la tala inmoderada y los incendios forestales han provocado que las reses no tengan donde refugiarse, advirtieron presidentes de asociaciones ganaderas.
El dirigente de la Asociación Ganadera Local del municipio de Macuspana, Bienvenido Priego Franco, reveló a Novedades de Tabasco que las dificultades que están atravesando los productores van desde la falta de alimento para los semovientes hasta la reducción de la producción lechera y de cárnicos.
Explicó que la sequía los ha dejado sin alimento para las reses y con ello se han presentado casos de desnutrición en los animales, además de gastos extra para la compra de alimento; aún así las consecuencias saltan a la vista: la reducción en la masa corporal de los animales es evidente.
“Estamos muy preocupados porque las siembras de zacate para el ganado se han secado por la falta de lluvias y ahora no tenemos cómo alimentar a las vacas”, dijo.
La nula precipitación pluvial ha provocado que en los potreros se secara la poca vegetación que generaron las tormentas invernales y que serviría para pastar el ganado.
El ganadero y agricultor Ricardo Martínez, cuya producción de maíz y sorgo estaba destinada para alimentar el ganado pero se secó completamente, asegura que están pasando por una crisis que los amenaza con todavía más pérdidas.
“La hectárea y media que sembré de sorgo era para el ganado, pero toda se secó; ahora no sé qué hacer con las vacas porque no encuentro alimento y lo peor es que no llueve para que los potreros reverdezcan”, expresó.
Ambos ganaderos indicaron que por la falta de alimento para las reses -al menos en sus casos- ya no están ordeñando y explicaron que el mayor temor que tienen es perder su ganado.
Asimismo, Bienvenido Priego Franco reconoció que en un estudio realizado en la entidad, se comprobó que los ganaderos no saben enfrentar la sequía, y eso se refleja en que cada vez producen animales débiles y con problemas en la gestación del producto. Además, se está observando un efecto diferente al de otros años, donde en la temporada de lluvias se suministraba correctamente el vital líquido en los distintos abrevaderos y jagüeyes; sin embargo, ahora éstos ya están en su mayoría secos, lo cual ha encendido las alarmas en municipios como Macuspana, Emiliano Zapata, Balancán y Tenosique.
Por su parte, el médico veterinario Julio Aquino señala que a causa de las enfermedades metabólicas y parasitarias, las vacas experimentan deficiencia de energía: “y esto lleva a que se produzca una cetosis, por el bajo nivel de glucosa. Estas enfermedades provocan un enflaquecimiento progresivo del animal, luego una anemia, y si no se tratan a tiempo, pueden llevar a la muerte”.
Enfatizó que los ganaderos pueden prevenir la aparición de estas enfermedades si efectúan una revisión completa de las reses y hacen un lavado cada 20 ó 30 días con garrapaticidas para evitar la proliferación de insectos.
Prefieren sacrificar a las reses
Según datos de la Unión Ganadera Regional de Tabasco (UGRT), los efectos del estiaje que se registró el año pasado, apenas empiezan a sentirse en los bolsillos de la población, debido a que los productores de carne de res optaron por sacrificar al ganado en lugar de mantenerlo.
Actualmente, mantener una res tiene un costo aproximado de 1 mil 900 pesos mensuales por compra de forraje y suplementos alimenticios, es decir 22 mil 920 pesos al año.
Hasta antes de la crisis provocada por la sequía, el ganado que se mandaba al rastro era el que ya había terminado su ciclo reproductivo, pero ahora, ante la emergencia se están mandando cabezas que aún están en edad gestante y esto lleva a otro problema: que en el corto plazo se deberá repoblar el hato ganadero para reponer esas ‘madres’ que se están sacrificando.
AYUDA GUBERNAMENTAL
En atención a la solicitud de 300 pequeños productores ganaderos de Los Ríos, particularmente del municipio de Balancán, quienes se ven afectados durante la época de estiaje, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero (Sedafop), implementó el año pasado un programa de desazolve y construcción de jagüeyes con una inversión de 3 millones de pesos para la contratación de 2 mil 500 horas/máquina.
Manuel Fuentes Esperón, subsecretario de Ganadería de la dependencia, señaló que este programa es resultado de una mezcla de recursos entre los propios productores y el Gobierno del Estado.
“Con este apoyo se atiende a 300 productores, quienes se comprometieron a darle el subsecuente mantenimiento a la infraestructura”, dijo.
Explicó que cada involucrado aportará el 50 por ciento del costo de la obra del jagüey, tomando en consideración 8 horas/máquina en promedio, por cada uno.
“Estamos muy preocupados porque las siembras de zacate para el ganado se han secado por la falta de lluvias y ahora no tenemos cómo alimentar a las vacas”
Bienvenido Priego Franco
Asociación Ganadera de Macuspana
Los productores han indicado que debido al estado de las reses, ya no están ordeñando y el mayor temor que tienen es que no sobrevivan al estiaje
Por otra parte, se ha comprobado que los criadores no saben enfrentar la sequía, y eso se refleja en que cada vez producen animales más débiles
Bienvenido Priego Franco, líder de los ganaderos de Macuspana
JOEL RUBIO