La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) dio a conocer el hallazgo de la primera vaquita marina muerta en 2018.
De acuerdo con el grupo de especialistas en cetáceos de la IUCN, el ejemplar fue recuperado dentro de su área de refugio del Alto Golfo de California, el pasado 27 de marzo a las 10 de la mañana, por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), en avanzado estado de descomposición.
La hembra, en edad adulta con peso de 40 kilogramos y una longitud de 140 centímetros, se encontraba flotando a la deriva.
Al practicarle la necropsia el 4 de abril, se confirmó que la vaquita murió por pesca incidental, debido a las marcas que presentaba, es decir, falleció por asfixia al quedar atrapada en una red, de las que se utilizan en la zona para capturar al pez Totoaba, con el fin de extraerle su vejiga natatoria o buche, que alcanza precios más altos que la cocaína en el mercado negro de China.
Al parecer, el ejemplar acaba de comer, ya que se encontraron en su estómago 500 gramos de pescado, todavía sin digerir.
La última estimación del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), es que sólo quedaban 30 ejemplares, aunque en 2017, posterior a este reporte, murieron al menos seis vaquitas marinas, incluida la que se capturó para tratarla de preservar en el santuario de «El Nido», más la primera encontrada en este 2018.