El candidato presidencial de Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los empresarios unirse y “sacar adelante al país”. Una vez más, lanzó su “amor y paz” durante la jornada de visita al Estado de México, pero esta vez flanqueado por los hombres de negocios nacionales.
AMLO matizó su discurso, muchas veces ríspido, hacia el sector empresarial: “Ayudan mucho porque no se podría pensar en un plan de desarrollo para impulsar la actividad productiva, para que haya empleo, bienestar, sin los empresarios”, dijo en Tecámac.
Escoltado nada menos que por Marcos Fastlicht (suegro de Emilio Azcárraga) y Alfonso Romo, el enlace empresarial de la campaña morenista aseveró que los hombres de la inversión no tendrán problemas: “En nuestro gobierno van a ser respetados”.
Las declaraciones sobre el empresariado se dieron a la salida del evento de Tecámac, justamente por la curiosidad que despertó ver al suegro de Azcárraga con un chaleco entre rojo y guinda a su lado. El candidato presidencial expresó que ya quedaron las cosas bastante claras y que “se va a buscar la convergencia del sector privado, con el sector público y con el sector social”.
En una referencia más a modelos económicos de los sesentas, explicó que habrá “economía mixta”: el Estado, con la inversión pública, enfrentará el reto del crecimiento en México, pero también con inversión privada.
López Obrador comentó que la presencia en su campaña de dos empresarios “con dimensión social” como Fastlicht y Romo se debe a que “se tiene que lograr un cambio con la participación de todos los mexicanos de todas las clases sociales, porque se necesita inversión para que haya empleo y dejó en claro que está en contra la corrupción y la riqueza mala habida, pero no de los empresarios”.