El reconocido actor y director de teatro, Richard Viqueira, impartió el taller Teatro 4×4, en la Casa de Artes José Gorostiza, donde del 2 al 5 de julio dio a conocer las herramientas y aptitudes para el trabajo actoral, y cómo adaptarlas.
Durante sus clases, ayudó a percibir cómo los bloqueos en la vida real a veces impiden que el actor se sienta libre en el escenario. Para ello, es muy importante que tenga una absoluta libertad de sus emociones, de sus recuerdos y de su cuerpo; en principio se deben detectar dónde están los bloqueos para poder emprender un trabajo, dijo.
Destacó que le gusta canalizar el taller en función de los alumnos que tiene, por lo que en esta ocasión hizo un análisis y al ver que la mayoría era gente muy joven, consideró importante aplicar una formación muy estricta y encausada -sobre todo- a explicarles la seriedad de lo que es el arte teatral.
En las cuatro sesiones de cinco horas, trabajamos muchas corrientes contemporáneas como el biodrama, corriente relativamente nueva, de los años 70 y 80, que utiliza de manera dramática la propia vida (del actor) y otorga una estructura espectacular para que la vida se convierta en un evento dramático, puntualizó.
“Me parece que en México tenemos un teatro muy interesante. Es uno de los mejores que hay en Latinoamérica, junto con el argentino o el colombiano. Pienso que en los lugares donde hay violencia y situaciones económicas difíciles se consigue que haya un mejor teatro, más complejo, donde las personas enfrentan realmente problemáticas muy particulares, por lo que veo espléndida la salud de arte teatral en México”, afirmó el también licenciado en Teatro por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A sus alumnos, Viqueira comentó que ser actor en el Oriente es un trabajo muy serio. Tú naces para interpretar un solo personaje en tu vida y lo trabajas durante 20 años. En Japón para el teatro kabuki es algo semejante. El teatro es un arte que nos acompaña desde hace 2 mil 500 años. Es una de las artes más antiguas, en la cual la gente paga para ir a ver a un ser humano, añadió.
“Si bien es cierto que en el teatro no te vas a hacer millonario, sí es un arte muy digno que te da de comer y es de una gran responsabilidad social, porque lo que se privilegia es el ser humano. Por eso, es importante darle la relevancia que debe tener como un arte donde lo humano predomine, que todo lo que se ha deshumanizado en el mundo vuelva a recobrar su sentido original”, acentuó.
Richard Viqueira relató que primero tuvo interés por el cine, pero luego se inclinó por el teatro porque en él no hay intermediarios, como puede ser la pantalla o un control remoto. “Es un acto donde tú y yo estamos juntos a un metro de distancia y donde ocurren cosas profundas que modifican nuestro sentir, aparte que ir al teatro te permite ver varios puntos de vista”, concluyó.