Una de las frases recurrentes al hablar con Mosy es “el rock no está muerto, sólo se volvió loco”. Y es que en México, más allá de los reflectores y el concepto del rock star, él es uno de los que han tratado de mantener la esencia más pura del rock con su vida dividida en dos de sus proyectos.
Después de casi una década de vivir en Florencia, donde se inició como profesional con su banda Euforia, en 2004 llegó a México para formar parte de una de las agrupaciones más longevas del país, como guitarrista de Ritmo Peligroso, que desde 1978 se ha encargado de poner a alzar la voz al ritmo de post punk y rock. Con esta banda ha visto y vivido el reto de adaptarse a las épocas.
Su otro frente de defensa del rock es como solista con Mosy y Los Bits, el proyecto con el que en 2015 comenzó a mostrar una identidad propia acompañado de algunos de los mejores músicos de la escena nacional de rock, como ocurrió en su álbum solista Elementos (2015), en el que incluyó a invitados como Sergio Arau, Cala, Gasú, Dr. Shenka, así como a sus grandes colegas y amigos, Piro y Avi de Ritmo Peligroso.
“Hay que entender que estamos en una época diferente.”, expresa el músico a Crónica al hablar del momento que vive el rock en la actualidad, en la que parece que realmente vive su peor tiempo: “Ahora son tantas las posibilidades de ver tantas propuestas que ni siquiera te das cuenta de su capacidad como estrella de rock, hay una homogeneidad que no permite figurar tan fácilmente”, comentó.
“Se ha dicho mil veces que el rock se ha muerto, y yo tengo para eso la frase de ‘el rock no está muerto sólo se volvió loco’, al final ha cambiado, simplemente el formato de las casas discográficas que antes monopolizaban todo y ellos no daban oportunidad a más artistas para salir, con eso se crea el mito del rock star porque había un conjunto mediático que construía esta figura, pero con gente que realmente se preocupaba por la música”, enfatizó.
Los comentarios llegan a propósito de tocar la idea de que la imagen de rock star, cada vez se aleja más del género que la creó y comienza a tomar fuerza en otros exponentes de géneros como el pop, los ritmos urbanos y reguetoneros, y los Dj’s, “creo que hay muchas bandas que han sido víctimas de toda la globalización y la parafernalia mediática que se ha hecho alrededor de la figura del rock star, es decir, se busca tener más un modo de vida que tener una verdadera propuesta musical”, expresó el guitarrista.
“Ser un rock star viene de la legitimidad que tengas de ser un artista, pero el serlo es consecuencia de lo que sabes hacer y no al revés, no porque trates de ser un rebelde, te emborraches y salgas con una chamarra brillosa vas a llegar a ser una estrella de rock, la imagen no hace a la música”, añadió.
En el caso específico de la escena en México, Mosy expone emociones encontradas. Por un lado la tristeza de que los lugares donde se puede tocar música cada vez son menos y se siente más con los recientes cierres de Carpa Astros, El Bulldog Café y El Imperial; pero por el otro también tiene fe en la nueva generación de músicos que, a su punto de vista, está en proceso de transición de darle una nueva imagen al rock:
“En México estamos dolidos porque así está la sociedad, eso se refleja en la música, porque se refleja en los lugares donde pueden tocar los rockeros de hoy, y uno se da cuenta que están cerrando escenarios, estamos en un momento difícil, pero todo va a cambiar en algún momento y surgirán los rock star en algún momento y de acuerdo a su tiempo”, dijo.
“Siento que hay muchas propuestas, que hay mucho talento, lo digo como productor de bandas, pero desgraciadamente la dificultad de la industria musical es que muchos talentos están escondidos y la industria apoya a otros cantantes que no tienen nada que ver con rock. Nuestro rock por eso está dolido, pero afortunadamente tenemos el público que sigue viendo y escuchando rock”, agregó.
Por lo pronto, y con la fe en el género que revolucionó al mundo en los años 60, Mosy ha vuelto a convocar a un encuentro con el rock, con su más reciente disco Claroscuro, el cual llevarán al Lunario del Auditorio Nacional, en el cual convocará a tres exponentes referentes del rock en México como son Piro Pendas (Ritmo Peligroso), Leonardo de Lozanne (Fobia) y Sergio Arau.
“El sonido de la banda es rock, pero también nos gusta nutrirnos de estilos, de pronto habrá algo que se fusiona con el punk y el electrónico, y de pronto hay otras que son más jazz y funk, al estilo de Jamiroquai, así como hay canciones que son todo un viaje sonoro muy al estilo del rock progresivo”, comentó.
“Es un disco muy visceral a nivel de letras, es muy introspectivo, no hablamos mucho de crítica social, sino que somos más etéreos, más al estilo (Gustavo) Cerati; ya en Ritmo Peligroso tenemos bastante crítica social, así que esta vez hablamos más de las emociones”, agregó el músico
Finalmente, el músico destacó que con su más reciente disco no se pretende revolucionar en la música sino mantener una búsqueda de originalidad en el rock: “No descubrimos el hilo negro, pero tenemos una propuesta bastante original. Tratamos de sonorizar musicalmente estilos y emociones que están contrapuestos, pero que al final necesitan una de otra: la luz y la oscuridad. Esa es la esencia de Claroscuro, tenemos canciones que son muy solares, con una energía bastante positiva, y otras que son oscuras, con un sonido más para abajo, pero sin llegar a la depresión; un sonido que apela a la melancolía para desahogarse”, concluyó.