Con la ausencia notoria del presidente Donald Trump, la clase política de Estados Unidos honró hoy la memoria del senador republicano y héroe de guerra, John McCain, en una sobria y emotiva ceremonia en la Rotonda del Capitolio en Washington.
Alrededor del féretro cubierto por la bandera de las rayas y las estrellas se congregaron su familia, incluida su madre Roberta, de 106 años de edad, su esposa Cindy, su hija Meghan y sus hermanos, así como los más prominentes políticos del país.
“Estamos aquí para reconocer una gran pérdida y celebrar una vida”, resumió el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell.
McCain, un rebelde de la política, que perdió la batalla contra el cáncer cerebral a los 81 años de edad, fue reconocido durante la ceremonia como un “patriota” que siempre puso al país por encima de sus intereses personales, y que se condujo con honor y civilidad.
“John McCain fue ese tipo de hombre”, señaló el vicepresidente Mike Pence. “Fue un patriota americano”.
McCain se convirtió apenas en la persona número 31 cuyos restos son velados en el Capitolio de Estados Unidos en los últimos 66 años.
Después de los discursos y la oración invocada por el capellán Patrick Molroy, se depositaron dos sendas ofrendas florales, enviadas por el Senado y la Cámara de Representantes.
Enseguida los líderes políticos del Congreso rindieron sus respeto. Primero los líderes del Senado Mitch McConnell y Charles Schumer, seguidos por los de la Cámara de Representantes, Paul Ryan y Nancy Pelosi, así como por el vicepresidente Pence y su esposa.
Pero acaso el momento más emotivo tuvo lugar cuando su esposa Cindy se acercó sola al féretro y se inclinó en señal de duelo. Meghan, la hija de McCain, no pudo contener las lágrimas a lo largo de toda la ceremonia. También le rindió un adiós su madre Roberta McCain.
Sus amigos, los senadores Lindsay Graham y Jeff Flake, así como sus colegas del Senado y altos funcionarios de la administración Trump, como el subprocurador Rod Rosenstein y la secretaria de Transporte, Elaine Chao, estaban entre los presentes.
A partir de esta tarde, el féretro podrá ser visitado por miembros del público. Ningún expresidente de Estados Unidos ha estado presente en la ceremonia.
Los funerales tendrán lugar este sábado con una misa de cuerpo presente en la Catedral Nacional de Washington y el entierro en el cementerio de su alma mater, la Academia Naval en Annapolis, Maryland.