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Corea del Norte celebró ayer el 70 aniversario de su fundación con un desfile militar del que no se hicieron eco los medios estatales, lo que apunta a que el régimen ha apostado por mantener un perfil bajo para no malograr el actual diálogo con EU.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, presidió el desfile pero no pronunció ningún discurso y el régimen optó por no mostrar misiles balísticos intercontinentales con ojivas nucleares.
El despliegue de semejantes activos militares podría haberse interpretado como una provocación en un momento marcado por el acercamiento con Washington y las negociaciones para la desnuclearización de Pionyang.
Junto a Kim estuvo en el palco de autoridades Li Zhanshu, número tres del Partido Comunista chino, subrayando la mejora de lazos entre Pekín y Pionyang en el último año, coincidiendo con el giro diplomático que ha dado el régimen.
“Gracias líder”. Desde Washington, Donald Trump celebró la ausencia de misiles balísticos de largo alcance, capaces de alcanzar territorio estadunidense.
“Corea del Norte acaba de celebrar su desfile en conmemoración del 70 aniversario, sin el habitual despliegue de misiles nucleares”, señaló Trump en Twitter.
El presidente consideró que el tema central de la parada militar norcoreana fueron “la paz y el desarrollo económico”, por lo que tuvo palabras de agradecimiento para el líder norcoreano, Kim Jong-un, con quien mantuvo un encuentro histórico el pasado 12 de junio en Singapur.
“Gracias líder Kim. Le hemos demostrado a todo el mundo que estaban equivocados. ¡No hay nada como un buen diálogo entre dos personas que se agradan! Mucho mejor que antes de que yo asumiera la Presidencia”, concluyó Trump.
