Andrés Manuel López Obrador consideró que fue «buena la confesión» del expresidente de México, Ernesto Zedillo, en cuanto a que durante su gobierno erró la estrategia contra el tráfico de drogas.
Desde Tlaxcala, luego de reunirse en privado con el gobernador de esta entidad, Marco Antonio Mena, el presidente electo de México destacó que quien no se equivoca «no es humano y es de sabios cambiar de opinión», por lo que frente a la grave crisis de inseguridad y de violencia que se vive en el país, «su observación es buena», porque no se debe actuar de manera precipitada o a partir de ocurrencias.
Adelantó que en unas cuantas semanas más tendrá listo el plan nacional para la seguridad, el cual contempla atacar las causas de los problemas y no descarta analizar cualquier tipo de posibilidad en cuanto a consumo de drogas.
«Para finales de octubre voy a presentar el plan de paz y de tranquilidad para México, este plan contempla todo, están por terminarse las consultas, se está escuchando a todos, una ventaja que tenemos nosotros es que somos libres, no estamos sometidos a ningún grupo de interés creado y vamos a actuar de acuerdo a lo que más le convenga a los ciudadanos, lo que más le convenga el país, comentó en entrevista al finalizar el encuentro de hora y media con el gobernador de Tlaxcala.
En cuanto a la problemática del tráfico de armas y recalcar que no debe haber temas vedados, López Obrador se pronunció en favor de combatirlo «aunque se afecten intereses».
«Si eso nos afecta, como es evidente, pues hay que controlarlo pero no se trata de hablar sólo de un asunto, hay que ver de manera integral el problema y resolverlo así con varias acciones al mismo tiempo», explicó.