Elba Esther Gordillo y sus seguidores pretenden ‘regresar el tiempo’ y devolver a la líder sindicalista al cargo del que fue destituida en 2013: presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Los elbistas quieren recuperar la legitimidad de Gordillo Morales salida del Congreso Nacional del magisterio de 2013, antes de que fuera encarcelada con cargos por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Luego de su exoneración el pasado 7 de agosto, si el Tribunal Superior de Justicia Administrativa da luz verde, Gordillo recuperaría la presidencia del sindicato. El plan es que nombre como sustituto Moisés Jiménez, maestro próximo al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
De ser así, ¿qué pasaría con el actual presidente y consejo, que han regentado la dirección del SNTE desde 2013 hasta hoy?
Según los simpatizantes de “La Maestra”, los actuales cargos salidos del Congreso que se pretende reanudar, con Juan Díaz de la Torre a la presidencia, no son válidos. Si Elba Esther recupera el cargo, pues, éste se convertiría en el secretario general de la organización.
Sin embargo, fuentes consultadas del SNTE afirman que la actual cúpula es “legal y legítima”, por tanto, terminará con su mandato de seis años. Esto cerraría la puerta a una vuelta de Elba Esther Gordillo hasta 2019.
“Las Tomas de Nota (documento expedido por la autoridad que da fe de la elección del comité directivo de un sindicato) de todos los eventos han sido concedidas por unanimidad del Pleno del Tribunal Federal de Conciliación de Arbitraje, es decir, con la aprobación de los 24 magistrados. Esto da cuenta de la legalidad de los mismos”, explican desde el sindicato para Forbes México.
Si el “plan retorno” sale tal y como está previsto, será Moisés Jiménez quien tendrá que deshacer otro gran proyecto del sexenio EPN: la reforma educativa.
Para más contexto: Elba Esther: Crónica de una libertad anunciada
Elba Esther Gordillo fue detenida un 26 de febrero en el aeropuerto de Toluca. Después de cinco años de permanecer arrestada en el Penal de Tepepan, fue trasladada el 16 de diciembre del año pasado a su domicilio, ubicado en la colonia Polanco, luego de que le fuera otorgado su arresto domiciliario.
Desde que quedó en libertad ha estado remarcando su inocencia y culpando al presidente en funciones, Enrique Peña Nieto, de utilizarla como chivo expiatorio. De hecho, tanto su encarcelamiento como su liberación, coincidiendo con el día en el que AMLO recibía constancia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) como presidente electo de México, se han considerado políticos.