El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó hoy que estará a la altura de las circunstancias, «ayudando al pueblo, a nuestro querido pueblo de Tabasco y de México”.
El tabasqueño llegó esta mañana al Panteón Central de Villahermosa para visitar la tumba de sus padres y de su hermano para posteriormente acudir al Recinto Memorial para hacer lo propio en la de su ex esposa.
López Obrador dio dos mensajes en cada camposanto y frente a la cripta de sus padres, Andrés López Ramón y Manuela Obrador González, y de su hermano, José Ramón; expuso que se daba tiempo para ello porque no hay que olvidar “a nuestros finados; es una tradición, es muy nuestro, de nosotros los mexicanos».
Expuso sonriente que no debe olvidarse de dónde venimos y es una tradición que debe seguir; “dichoso mes, que empieza con los santos y termina con San Andrés”.
Al momento de retirarse, una señora con un plato con tamales en mano, denominados “maneas”, lo esperaba para ofrecerlos al presidente electo.
“Andrés, te estamos esperando”, le dijo para llamar su atención. López Obrador le sonrió para aceptar el obsequio al exclamar “¡la manea! ¡la manea, sólo en Tabasco!”.
Luego, en el Recinto Memorial, frente a la tumba de su ex esposa Rocío Beltrán, indicó que su visita era un homenaje “para mi difunta esposa, que me ayudó en los momentos más difíciles, y es un homenaje a todos los difuntos, a todos los familiares que se nos adelantaron”.
Allá donde están, dijo, están con nosotros; “están contentos hoy en su día y vamos a estar siempre a la altura de las circunstancias, al 100, ayudando al pueblo, a nuestro querido pueblo de Tabasco y de México”.
En ambos cementerios, tanto en su arribo como en su retirada, el presidente electo saludó a decenas de personas que se acercaban para saludarlo y tomarse una foto con él.
López Obrador declinó hacer declaraciones sobre cualquier tema, como la cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco; “hoy es día de los difuntos”, puntualizó.