Grupos civiles, entrenados y armados como milicia, manifestaron ayer su intención de dirigirse a la frontera de Estados Unidos con México para ayudar a detener a la caravana migrante de hondureños que se dirige hacia allí.
El presidente del grupo Minutemen, de Texas, Shannon McCauley, aseguró a The Washington Post que su intención es observar e informar en la zona de Río Grande, en el lado estadunidense. “Ya hemos demostrado antes lo que valemos y lo demostraremos de nuevo”, añadió.
Según el periódico, se trataría de alrededor de 100 “voluntarios”, que viajarían armados y equipados profesionalmente, con material como lentes de visión nocturna y hasta drones.
Según el reporte del Post, el ejército estadunidense y la Patrulla Fronteriza ya ha manifestado su preocupación ante grupos de este estilo, a los que se pueden sumar otras facciones radicales como los Oath Keepers o los California State Militia.
“Nos preocupa que estos miembros de milicias no reguladas se desplieguen en la frontera como presunto apoyo”, apuntarían documentos del Servicio de Aduanas y Protección Fonteriza dirigidos a mandos castrenses, recogidos por la revista Newsweek. “Están actuando por su cuenta y riesgo”, agregan.
Estos documentos estiman que podrían ser hasta 200 los civiles armados que se desplieguen en la frontera.