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A escasas semanas del cierre del ejercicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, las promesas de la reina de las reformas estructurales, como se le conoce a la Reforma Energética, no cumplieron con el compromiso de bajar los precios de los insumos como gasolinas, gas doméstico y electricidad.
Entre las metas establecidas, la administración actual vislumbró la disminución del importe de la tarifa de luz, del gas natural y de la gasolina, sin embargo, ha sido todo lo contrario porque estos han tenido incrementos acumulados en los seis años por arriba del 120 por ciento, con el consecuente impacto en el bolsillo de las clases populares.
Especialistas, como Eduardo Estañol Vidal y Julio César Cabrales, consideran que lejos de que se concrete lo prometido, se han seguido anunciando aumentos en la electricidad y en los combustibles porque el país no cuenta con los ductos, refinerías y terminales de almacenamiento o reparto necesarios.
La misma Secretaría de Energía tiene los datos de que desde hace casi dos décadas no se han construido en México nuevas terminales de almacenamiento y las 89 que existen son insuficientes.
En logística, el sistema para transportar petrolíferos es caro e ineficaz, y la red de ductos de 17 mil kilómetros, no ha crecido desde hace 17 años.
Además, el actor más importante, al encargarse de producir e importar los combustibles y gas para abastecer a los nuevos jugadores, continúa siendo Petróleos Mexicanos (Pemex), una compañía estatal con números rojos.
Al cierre de enero de 2013, el precio promedio del gas LP que utilizan al menos siete de cada 10 hogares tabasqueños era de 11.50 el kilo, sin embargo, para noviembre de 2018 este se elevó a 18.70. De esa manera el cilindro de 20 kilogramos, el más utilizado, que tenía un precio de 233 pesos hace seis años pasó a 274.
Otro ejemplo de la escalada de precios durante la era “peñista”, han sido las gasolinas, que teniendo un costo de 10.92 pesos el litro de magna en 2013, para noviembre de 2018, alcanzó 19.69 pesos, en tanto la premium, se elevó de 11.48 a 21.14 pesos en ese mismo lapso.
La razón de las alzas estriba en que el Gobierno liberó el precio del gas a partir de este año, por lo que dejaron de regir los valores impuestos por Pemex a los distribuidores, conocidos como Ventas de Primera Mano (VPM), así como el costo al consumidor final.
“Definitivamente no hubo disminución de precios, por lo que el gobierno de Enrique Peña Nieto le quedó a deber a los mexicanos”, sostuvo el dirigente de la Federación de Trabajadores y Obreros Tabasqueños (FTOT), Edgar Azcuaga Cabrera.
CAMBIOS LEGALES
La nueva fórmula para calcular las tarifas eléctricas para el sector industrial y comercial han incrementado las facturas en más de 50% en los últimos cinco meses para el empresariado mexicano, el que advierte riesgos macroeconómicos y el traspaso de ineficiencias operativas por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Sin embargo, detrás del alza en los precios de la electricidad se encuentra el costo de su generación, el cual está ligado al aumento en el precio del combustóleo, interrupciones en el suministro de gas natural y la caída en la generación hidroeléctrica.
Estos factores se conjugan con las ineficiencias del sistema a falta de inversión y altos costos con que opera la CFE, coincidieron expertos del sector.
La reforma energética incluyó una serie de cambios legales encaminados a reconocer los costos reales de la generación eléctrica del país, con el fin de evitar que la CFE absorba las pérdidas por cobrar menos por la luz.
Diversos gremios empresariales han mostrado su descontento con el incremento, e incluso han pedido que se regrese al esquema tarifario preliminar, pues advierten que con el actual están absorbiendo las ineficiencias de CFE.
GANA TERRENO GAS LP
Agencias-Ciudad de México
El 79 por ciento de las viviendas en México usa gas LP como medio para cocinar o calentar alimentos, mientras que siete por ciento utiliza gas natural, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares (ENCEVI) del INEGI.
Ambos combustibles le han ganado terreno a otras opciones, como la leña o carbón, que anteriormente eran más utilizadas.
En 1995 el gas LP y el natural eran usados en 81 por ciento de las casas, proporción que se elevó a 86 por ciento en 2017. En tanto, 11 por ciento aún utiliza leña o carbón, indican las cifras del INEGI.
Julio Santaella, presidente del INEGI, dijo que la ENCEVI es importante para conocer los patrones de consumo de energía. “Este conocimiento permitirá diseñar políticas públicas e impulsar programas de apoyo para un mejor uso de los energéticos y podremos conocer prácticas que tienen los hogares mexicanos en su consumo de energía, como los horarios de uso e intensidad”.
El 79% de las viviendas en México usa gas LP como medio para cocinar o calentar alimentos. Los más afectados en la alza de tarifas de la CFE han sido los comercios.
