“Choque con la realidad, el gran reto de AMLO”

Andrés Manuel López Obrador tiene grandes retos, enfrentarse a la realidad que vive México y cumplirle a quienes tienen grandes expectativas, consideró el prestigiado comunicador José Buendía Hegewisch.

En su visita a Tabasco, donde realiza un trabajo relacionado con el presidente electo, manifestó su asombro por las altas expectativas que tiene el estado, y el resto del país, en el tabasqueño.

¿Cuál ha sido su trayectoria y los primeros acercamientos con Andrés Manuel López Obrador?

Tuve una primera oportunidad en El Financiero, luego corrigiendo galeras en Proceso y después entré a una agencia internacional española, EFE, donde fui corresponsal de noticias. Cuando estaba ahí se produjo el Frente Democrático Nacional después de la salida de la corriente crítica del PRI, que dio origen a las elecciones del 88. La primera elección en la que compitió López Obrador contra Neme Castillo en Tabasco, es aquella época del partido hegemónico, yo trabajaba en la agencia pero simpatizaba con el Frente Democrático, armamos una especie de operación encubierta que tenía el propósito de ayudar a López Obrador para romper el bloqueo informativo que impedía dar a conocer lo que estaba ocurriendo aquí.

¿Qué acciones implementó ese grupo de ayuda?

Fue un pequeño grupo de simpatizantes, participamos Carlos Puig, Ciro Gómez Leyva y yo. A mí me tocó venir al proceso electoral en Tabasco, fue una experiencia importante, primero por ver el surgimiento en la vida electoral de López Obrador y el arrastre que en ese momento tenía en la zona de la Chontalpa. Me tocó ver cómo lo salían a recibir las comunidades indígenas y lo llevaban arropado a la parte interior de sus casas. Y otra, ver la situación por la que estaba precipitándose el país por las demandas de democracia, pero sobre todo de elecciones libres. Me tocó ver cómo los candidatos del Frente llegaban a las oficinas de Andrés Manuel: baleados, con brazos rotos algunos, descalabrados, y planteando que no iba a ser por la vía pacífica que iba a darse el cambio; a lo cual, eso sí recuerdo, él trató de tranquilizarlos y convocó a una manifestación en Cárdenas para lanzar un mensaje que luego reiteró, que los cambios debían darse por la vía pacífica. Ese fue un primer contacto con él y con la política.

¿Después de eso vio la necesidad de participar en la política?

Después de eso fui corresponsal en Cuba, en La Habana me tocó el tiempo de paz. Luego me fui a Europa, estudié un doctorado, luego fui corresponsal de El Universal en Europa. Luego regreso a México y ya aquí en la confluencia de varios grupos de distintas corrientes y pensando en la apertura política que podría producirse con una reforma, surgió un proyecto político que en su momento se llamó Democracia Social, trató de ser la primera función social demócrata que compitiera electoralmente y que llevara una nueva agenda política y en nuevos temas para la transformación institucional del país.

¿Qué resultó de ese movimiento?

Competimos, desafortunadamente nos quedamos a tres décimas de obtener el registro, nuestro candidato presidencial fue Gilberto Rincón Gallardo, fuimos los primeros en impulsar la primera candidatura de un seropositivo, de un transexual. A pesar de que perdimos el registro yo obtuve una diputación a través de la impugnación del Tribunal Electoral que a su vez nos permitió tener una pequeña fracción parlamentaria. Y es ahí cuando me vuelvo a encontrar con Andrés Manuel que era jefe de Gobierno; y esta pequeña fracción empieza a tener una vida activa pues presentamos la Ley de Convivencia de Personas del Mismo Sexo, la Ley Contra la Discriminación. A nivel local presenté la Ley de Transparencia y Acceso a la Información del Distrito Federal que en un inicio logramos negociar el 90%, pero en el último momento López Obrador la objetó porque no quería tener un órgano que lo vigilara, y a nosotros nos parecía imprescindible, pues quedaría como un catálogo.

Después de eso, ¿qué ha hecho?

Mi trabajo ha estado muy relacionado con los medios de comunicación y temas sobre libertad de expresión, dirigí una asociación denominada Prensa y Democracia, muy relacionada con la Universidad Iberoamericana. Luego mi trabajo como conductor, como comentarista en el Canal Once, y desde hace 5 años en el Excélsior tengo una columna y un programa de televisión que se llama opiniones encontradas.

Tras lo ocurrido el 1 de julio, ¿cuál es el panorama que avizora para Andrés Manuel López Obrador?

Hay mucha coincidencia en que logró captar el voto de rechazo e indignación que se fueron incubando en la sociedad mexicana después de la crisis de 2008 y 2009, de las cuales no hemos estudiado los efectos profundos que dejó. Lo que logra es captar la indignación de la gente frente a un sistema de partidos que se había agotado porque había dejado de representar a las personas, a los ciudadanos, a las causas, y se miraba como un esquema de complicidades de reparto de cuotas. El triunfo de Andrés Manuel es el voto de castigo contra esa forma de operar en el mundo de la política.

¿Qué generó el triunfo en los ciudadanos?

Sabemos que generó muchas expectativas y es ahí donde está el mayor reto de López Obrador y algunos de los principales temores, y es que si las expectativas no se van cumpliendo generan problemas que pronto las desinflan o las rebasan. En el caso de los foros, el temor es verse rebasado por la demanda de justicia de las víctimas, que lejos de aceptar su propuesta de perdón reclamaron justicia, y para este caso necesitas tener instituciones de procuración de justicia efectivas, que sean capaces de investigar los delitos y combatir la corrupción, dos de los objetivos que no están cumpliendo en ningún caso.

¿Considera que se cumplirá con las expectativas?

El mayor reto que tiene López Obrador es el choque con la realidad, darse cuenta cuáles son realmente las condiciones a partir de las cuales puede no cumplir con todos sus ofrecimientos. Ese choque de la realidad va a significar su capital político de los 30 millones de votos en juego. Creo que debe ser muy, muy cuidadoso con la estrategia y tener suficiente capacidad para darse cuenta de que no puede abrir todos los frentes, pues la transformación que propone implica tener enfrentamientos o confrontaciones o afectar intereses poderosos.

«Lo que logra es captar la indignación de la gente frente a un sistema de partidos que se había agotado porque había dejado de representar a las personas, a los ciudadanos, a las causas. El triunfo de Andrés Manuel es el voto de castigo contra esa forma de operar en el mundo de la política.”

José Buendía Hegewisch

Columnista

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