La obsesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por cumplir su promesa de levantar un muro en la frontera y su creciente frustración por la negativa de los demócratas a concederles este capricho llevó ayer al republicano a lanzar el equivalente a una declaración de guerra: decretar el estado de emergencia nacional, que le permitiría obtener los más de 50 mil millones de dólares que necesita, sin la necesidad de que lo apruebe el Congreso.
“Lo puedo hacer si quiero”, dijo Trump en una rueda de prensa al ser preguntado sobre esa posibilidad para empezar a construir el muro sin el visto bueno del Congreso, debido a la persistente negativa de los demócratas a aprobar su financiamiento.
El mandatario republicano, que a partir de ahora está obligado a negociar con una Cámara de los Representantes de mayoría demíocrata, hizo esta afirmación a los periodistas en la Casa Blanca después de reunirse con los líderes demócratas del Congreso para tratar el cierre parcial de la Administración, que dura ya dos semanas y que perjudica a unos 800 mil de los 2.1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el gobierno.
“Podemos declarar una emergencia nacional y construirlo muy rápidamente. No lo he hecho, pero quizás lo haga”, amenazó.
Metal por concreto. Durante su intervención, el mandatario sopesó la idea de construir una “poderosa estructura de metal” como alternativa a un muro de concreto, aunque no dio más detalles al respecto.
“Hemos explicado que lo que necesitamos —una primera partida— son 5 mil 600 millones de dólares. Estamos hablando de seguridad nacional, no es un juego. No vamos a abrir el gobierno hasta que este problema esté resuelto”, insistió.
“Meses o incluso años”.La amenaza de decretar el estado de emergencia nacional llegó tras fracasar una nueva reunión con la líder de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quienes, al término del encuentro, denunciaron que el presidente está dispuesto a que el cierre de la Administración dure “meses o incluso años”.
“Le dijimos al presidente que necesitamos un gobierno abierto, él se resistió. De hecho, dijo que mantendría la Administración cerrada durante mucho tiempo, meses o incluso años”, apuntó Schumer.
Por su parte, la flamante presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, apuntó que los demócratas están “comprometidos” con la seguridad fronteriza pero que no piensan malgastar el dinero en un muro inútil.