Con la timidez de una chica de 17 años de edad, Alicia de la Cruz González responde las preguntas sobre el accidente que sufrió hace casi tres años.
Es una de las 36 personas que resultaron lesionadas el 26 de marzo de 2015 durante una explosión que ocurrió en la carretera federal Cárdenas-Coatzacoalcos.
Esa trágica noche un camión doble remolque que transportaba combustible terminó su recorrido fuera de la cinta de rodamiento, lo que provocó un derrame.
Cientos de personas de las diversas comunidades que conforman la zona conocida como Palo Mulato salieron de sus casas con cubetas y otros recipientes para recoger el combustible, el camión transportaba 60 mil litros, cuando ocurrió la explosión.
“Solamente recuerdo haber corrido hacia la mitad de la carretera”, dice la joven mientras sus manos recorren su cuerpo para indicar las partes donde su piel está más lesionada.
Su casa está en la zona conocida como El Corchal, ubicada en el ejido Zapotal tercera sección, en el lugar hay apenas 10 casas.
Su hogar es como un pequeño islote rodeado de aguas negras, el piso es de concreto y lo rodean cuatro paredes de lámina.
En el interior hay una hamaca, un sillón y dos camas que son separadas por una cortina. Ahí vive Alicia con sus tres hermanos (dos mujeres y un hombre) y sus padres.
Cuando ocurrió la explosión estaba en primerio de secundaria, tenía 13 años de edad, desde entonces nadie la visita, sus amistades y pretendientes se alejaron de ella por las heridas de su cuerpo.
Alicia asegura que no le importa pues agradece estar viva, “es lo más importante para mí”.
Al terminar la entrevista Alicia se muestra sonriente y confiada, su timidez quedó atrás, al igual que los recuerdos de la noche en que se convirtió en una sobreviviente de la recolección clandestina de combustible.
«Solamente recuerdo haber corrido hacia la mitad de la carretera”
Alicia de la Cruz González
FOTO: JAIME ÁVALOS