El Instituto Juárez es uno de los edificios con más antigüedad en Tabasco, siendo inaugurado en 1879 por el gobernador del estado Simón Sarlat Nova, y se construyó gracias al apoyo del presidente de la República, Benito Juárez, quien autorizó su construcción por 52 mil dólares.
Ubicado sobre la avenida 27 de Febrero, en pleno centro de la ciudad, abrió sus puertas para dar sus primeros cursos educativos y de promoción cultural, dirigido por Manuel Sánchez Mármol. Posteriormente, en 1958, el Instituto Juárez se transformó en la Universidad Juárez de Tabasco (UJAT).
Dentro de su historia, el instituto en 1966 obtuvo su autonomía, convirtiéndose en una universidad, y con motivo del primer centenario de su fundación, las instalaciones se transformaron en Casa de la Cultura, albergando en aquella ocasión los talleres libres auspiciados por el INBA y antecedentes del Centro de Desarrollo de las Artes.
Dentro del recinto se encuentra un ídolo olmeca de basalto encontrado en las márgenes del río Blasillo, dentro de la zona arqueológica de La Venta en Huimanguillo, en una de las monterías de Policarpo Valenzuela, a finales del siglo XIX.
El monolito fue traído a San Juan Bautista (hoy Villahermosa) y se entregó al instituto el 30 de junio de 1896, pero en julio de 1973 fue trasladado el original de esta pieza a la Zona de la Cultura de la UJAT, donde permaneció ubicado a un lado de las oficinas de Rectoría hasta la década de los 80 y regresó a su sitio en el antiguo edificio del Instituto Juárez. Fue restaurado en 2005 durante la administración de la rectora Candita Gil Jiménez, con el apoyo técnico del INAH.
En la actualidad, este recinto es utilizado para diversas actividades culturales y educativas, por lo que se ha convertido en un legado de la historia de Tabasco.
En 1966 obtuvo su autonomía, convirtiéndose en la UJAT
Dentro del recinto se encuentra un ídolo olmeca de basalto encontrado en los márgenes del río Blasillo
En el recinto hay un busto en honor a «Benemérito de las Américas»