La defensa del narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera solicitó ante el juez de su caso, en una corte federal de Nueva York, que se le permita dos horas adicionales fuera de la celda, tapones para que duerma mejor, así como poder comprar seis botellas de agua semanales.
En un documento judicial al que ha tenido acceso Efe, el letrado del capo solicita al juez Brian Cogan que se le permitan estas comodidades, debido a las dificultades encontradas con el centro correccional de Manhattan donde «El Chapo», declarado culpable por un tribunal el pasado febrero, aguarda su sentencia definitiva.
De acuerdo a un documento judicial anterior, la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York aconsejó a la defensa que acudiera al juez si no era capaz de seguir el proceso administrativo con la prisión.
La carta enviada al juez por el abogado Mariel Colón Miró destaca que el mexicano lleva 27 meses en una prisión de Manhattan, aislado del resto de presos, y «en condiciones que violan la prohibición de la Octava Enmienda de castigos crueles e inusuales».
Según el letrado, «El Chapo» está recluido en una celda pequeña y solo se le permite una hora de ejercicio en otra celda del interior de la prisión de lunes a viernes con una bicicleta estática, lo que limita su acceso al aire libre o a la luz natural.
Además, la luz de su celda permanece constantemente encendida, lo que dificulta su sueño.
Guzmán se queja también de fuertes dolores de cabeza diariamente, así como de oído, hasta el punto de que durante los tres meses de juicio no fue capaz de utilizar unos auriculares para escuchar la traducción simultánea al español, sino que un traductor debía hablarle directamente al oído.
Por otro lado, «El Chapo» solicita acceso a la tienda de la prisión para comprar botellas de agua, seis semanales, puesto que el sistema de tuberías de la prisión es antiguo y supone exponerse al moho.
Por todo esto, concluye el abogado, «la Corte debería ordenar al Centro Correccional Metropolitano que dé acceso al señor Guzmán a al menos dos horas de ejercicio al aire libre semanales, de manera que pueda absorber luz natural así como aire fresco. Además, (…) al señor Guzmán se le debería permitir comprar seis botellas de agua semanales y tapones para los oídos».
El Chapo, condenado por diez delitos de narcotráfico en Estados Unidos, es conocido por sus impresionantes fugas de las prisiones mexicanas de Puente Grande y el Altiplano, en 2001 y 2015, respectivamente.
Antes de arrancar su juicio, la defensa del Chapo también solicitó permiso especial para que el narcotraficante pudiera abrazar a su joven mujer, Emma Coronel, aunque fue denegado por las medidas cautelares con motivo de sus antecedentes.
«El Chapo» aguarda en la prisión neoyorquina la lectura de su sentencia, que está prevista para el día 25 de junio de este año.