El Presidente Andrés Manuel López Obrador envió e hizo pública una carta dirigida a Trump en respuesta a la aplicación de aranceles arbitrarios que el magnate, anunció ayer, aplicará a todo producto que pase desde México hasta que “se detenga la migración”.
El Presidente de México dio a conocer la misiva en su Twitter con el lema: “Al presidente Donald Trump en son de paz” y le propone a su homólogo profundizar en el diálogo migratorio, aunque también le advierte: “Por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios”.
Hay pasajes duros hacia su homólogo, especialmente cuando le indica que “con todo respeto, aunque tiene derecho soberano de expresarlo, el lema “Estados Unidos primero” es una falacia porque hasta el fin de los tiempos, incluso, por encima de las fronteras nacionales, prevalecerán la justicia y la fraternidad universales”.
O aquel otro en el que le señala que los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas y le pregunta sobre lo que EU ha significado históricamente para los migrantes: “¿cómo convertir de la noche a la mañana al país de la fraternidad para con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, donde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se cancela el derecho a la justicia a quienes buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de miseria? La Estatua de la Libertad no es un símbolo vacío”.
López Obrador pide a Trump que envíe funcionarios que atiendan a una comitiva mexicana que llegará a Washington encabezada por el secretario de Relaciones Exteriores desde hoy, a efecto de llegar a un acuerdo de fondo.
En la carta dirigida al presidente republicano y que llegó ya entrada la noche, López Obrador aseguró que no quiere “la confrontación” con Estados Unidos, y recordó a Trump que “desde el inicio” de su mandato le propuso “optar por la cooperación para el desarrollo” en los países centroamericanos, que impulsan los números de la migración ilegal a EU.
La carta incluye referencias a que “el mejor presidente de México, Benito Juárez, mantuvo excelentes relaciones con el prócer republicano Abraham Lincoln”, así como el presidente estadunidense Franklin D. Roosevelt quien, aseguró López Obrador, entendió las profundas razones que llevaron a la expropiación petrolera en México.
La carta termina con: “¡Nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho!”.