La oportuna intervención de un equipo médico multidisciplinario del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa Pérez”, encabezado por el cirujano de columna Julio Alfonso Pérez Reyes, devolvió la posibilidad de caminar a una paciente, luego de que su columna vertebral se quebrara en un accidente automovilístico.
Alberto Villaseñor Jaime, subdirector médico del nosocomio, expuso que la paciente Irlanda Geraldine Delgado Briceño, de 31 años de edad, sufrió un accidente automovilístico el pasado 7 de mayo, por lo que fue trasladada de emergencia al Hospital Rovirosa, donde fue valorada por el servicio de traumatología, que encabeza el doctor Héctor Isaías Palomino Romero, quien de inmediato inició el protocolo de atención.
Luego de hacer los estudios médicos correspondientes, se detectó que la paciente, originaria de la República de Venezuela, presentaba una fractura grave en las vértebras L3 sobre la L4, además de desgarre en la dura madre (membrana que envuelve la médula espinal).
Ante esta situación, dijo, la paciente fue canalizada con el cirujano de columna Julio Alfonso Pérez Reyes –quien tiene experiencia de más de 20 años atendiendo ese tipo de lesiones–, para determinar el abordaje médico y quirúrgico que tendría la joven, ya que había la preocupación de que la arteria aorta que pasa paralelo a la columna, presentara algún daño, lo que pondría en peligro su vida.
Pero después de estudiar y analizar el caso, se determinó efectuar el pasado 23 de mayo una cirugía de reducción de columna, en la que se empleó una técnica conocida como polea, con la colocación de alambres para levantar las vértebras hasta volverlas a colocar en su lugar.
Durante el procedimiento que tuvo una duración de tres horas, el doctor Julio Alfonso Pérez Reyes fijó las vértebras de la columna con ocho tornillos y dos barras de titanio, con lo que se logró reacomodar la columna y la descomprensión de los nervios.
“La verdad es que hicimos una cirugía en un tiempo récord, porque calculaba hacer una cirugía de seis u ocho horas, pero por fortuna la hicimos en un tiempo récord. Es la primera cirugía que se hace a ese nivel, sobre todo porque se procuraba preservar las raíces que habían quedado arriba de la lesión”, expuso el especialista.
EVOLUCIONÓ RÁPIDAMENTE
El pasado 27 de mayo, el especialista fue a visitar a la paciente para conocer su evolución, se percató que a una semana de la intervención había registrado una evolución importante, ya que la paciente tenía movilidad en sus piernas, por lo que es posible que vuelva a caminar.
Pérez Reyes resaltó que para que este caso pudiera ser exitoso, se contó con la participación de un equipo médico multidisciplinario conformado por médicos cirujanos, médicos especialistas, anestesiólogos, enfermeras, médicos residentes, personal de trabajo social, de laboratorio, entre otros, cuyo trabajo y coordinación se vieron reflejados en el resultado.
Por su parte, Irlanda Geraldine Delgado agradeció a todo el personal del hospital Rovirosa que participó en su cirugía, pues si bien en algún momento pasó por su mente que quizás no volvería a caminar, la atención de los médicos y de todo el personal hizo que se sintiera mejor y feliz de que pronto volverá a caminar.
“Cuando llegué estaba sola, no tenía a mis familiares y las personas que trabajan aquí me apoyaron en todo momento y me hicieron sentir que no estaba sola y eso fue maravilloso, porque me ayudaron a subir el ánimo, con ganas de salir adelante y ahorita después de la operación, que ya puedo hacer movimientos, la alegría es incomparable” resaltó.
EL DATO
El hecho de que no se afectaran las raíces nerviosas, así como las venas y arterias principales, dejaron la posibilidad de que pueda volver a caminar en más de un 70 por ciento.
“Es la primera cirugía que se hace a ese nivel, sobre todo porque se procuraba preservar las raíces que habían quedado arriba de la lesión”
Julio Alfonso Pérez Reyes
Cirujano de columna del hospital Rovirosa
La operación estaba programada para durar seis horas, se realizó en tres
Así la magnitud de la lesión, la médula ósea estuvo en riesgo
El procedimiento consistió en la colocación de ocho tornillos y dos barras de titanio en la zona afectada
FOTOS: CORTESÍA