La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, criticó el acuerdo alcanzado entre el gobierno estadounidense y el mexicano en virtud del cual México enviaría a 6.000 soldados de su Guardia Nacional a la frontera sur del país para frenar el flujo migratorio, a cambio de que no se hagan efectivas las amenazas comerciales expresadas por Trump.
“Las amenazas y las rabietas no son una forma de negociar la política exterior”, expresó Pelosi este sábado, a través de un comunicado, respecto a la actitud del mandatario estadounidenses. El posicionamiento de la líder demócrata se dio a solo una horas de que ambos países dieran a conocer el acuerdo mutuo.
Pelosi agregó que con sus acciones, Trump había “socavado el rol de liderazgo preeminente de Estados Unidos en el mundo” al amenazar a México, nación que describió como “amigo cercano y vecino del sur”, con la imposición gradual de aranceles.
Por otro lado calificó que la administración de Trump era “incapaz de abordar la situación humanitaria en nuestra frontera sur” y acusó al mandatario de obstaculizar los esfuerzos que desde el Congreso se están realizando para abordar la situación migratoria y sumar esfuerzos con México para frenar las redes de contrabando.
Horas antes de que Pelosi hiciera pública su postura, el presidente Trump se refirió a ella como “la nerviosa Pelosi” y la culpó junto con la bancada demócrata de “no estar haciendo nada”. En un mensaje a través de Twitter, el mandatario sugirió que “tal vez podrían liderar el camino con el T-MEC, el nuevo y espectacular acuerdo comercial que reemplaza al TLCAN, el peor acuerdo comercial en la historia de Estados Unidos”.
Los enfrentamientos verbales entre Pelosi y Trump van en aumento cada semana desde que el presidente abandonó una reunión, hace unas semanas, con los líderes demócratas. Aquella vez, la presidenta de la Cámara de Representantes cuestionó las “rabietas” del mandatario.
Apenas el pasado martes, Pelosi declaró que quería ver al presidente Trump en prisión, en medio del debate por llevar al mandatario a un juicio político. En respuesta, Trump expresó que la declaración de la demócrata había sido “una desgracia para ella y su familia” y señaló que la actitud de la líder estaba dando cero resultados en su trabajo en el Congreso.