El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló este viernes que un expresidente, del que no dio el nombre, es investigado por tener cuentas pendientes con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
«Según la información, algunos de los expresidentes deben impuestos, pero eso es un asunto que tiene que ver con el SAT», apuntó el presidente en la conferencia matutina en el Palacio Nacional.
De acuerdo con una columna de opinión de este viernes en el diario «El Universal», el exmandatario investigado podría ser Vicente Fox (2000-2006), que estaría «en la mira fiscal» del nuevo presidente tras descubrir que hay poca información de condonaciones fiscales durante su sexenio.
López Obrador afirmó que está al corriente con el pago de sus impuestos y que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) revisa si hay expresidentes con adeudos.
«Ya ven cómo eran de exigentes y decían ‘¿de qué vive el opositor AMLO?’. Pues he estado al corriente manifestando mis impuestos, y no era poco el descuento, sobretodo de los libros que fueron mi ingreso principal durante años», expresó en su conferencia de prensa matutina.
Agregó que «ahora el SAT está evitando que haya evasión fiscal, porque una de las vertientes de la corrupción en México tenía que ver mucho con la condonación de impuestos. Se habla hasta de arreglos arriba, cupulares».
Además, aseguró este viernes que no tienen ninguna información que vincule al expresidente Enrique Peña Nieto con el caso de corrupción de la constructora Odebrecht.
«No tenemos información sobre esto, pero la Fiscalía va seguramente a recoger los testimonios de los involucrados. Y tiene que proceder legalmente, nosotros no tenemos ninguna denuncia, ninguna prueba, nada», afirmó.
Después, el presidente matizó que tampoco hay pruebas contra ningún otro expresidente, «ni en Odebrecht ni en otros casos».
La respuesta de López Obrador llegó después de que ayer el exdirector de Petróleos Mexicanos durante buena parte del mandato de Peña Nieto, Emilio Lozoya, fuese señalado directamente por el exdirector de Odebrecht en México, Luis Alberto Meneses.
Meneses declaró que Lozoya era el autor material del lavado de dinero producto de los sobornos que supuestamente operó entre 2009 y 2012 con la constructora brasileña.
Sobre Lozoya, López Obrador dijo que su Gobierno está ayudando a la Fiscalía General de la República (FGR), entregando todo el material que el organismo le solicita.
A finales de mayo, Lozoya fue uno de los primeros exfuncionarios del Gobierno de Peña Nieto inhabilitados y multados por la Secretaría Función Pública de México.
Sobre Lozoya pesa una orden de aprehensión por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita desde el 25 de mayo por irregularidades en la compra de una planta de Agro Nitrogenados.
Desde que tomó el poder el pasado 1 de diciembre de 2018, López Obrador ha insistido en que su Gobierno no perseguirá a funcionarios de gobiernos anteriores, mostrándose partidario de poner «punto y final».
No obstante, el mandatario aseguró que para los funcionarios de su Administración que incurran en corrupción no habrá ningún tipo de contemplación a la hora de castigar.
«Voy a seguir insistiendo para que desaparezcan los fueros y se castigue a cualquier funcionario que cometa delitos de corrupción, esa es la postura, en el caso de Lozoya era una investigación que venía de tiempo atrás», zanjó.
En otros temas, fue preguntado sobre la investigación del FBI a Emiliano Salinas, hijo del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, por sus vínculos con la secta NXIUM.
López Obrador indicó que la FGR está llevando el caso y rechazó posicionarse sobre el tema, porque sería «una postura política».
«No debemos de meter a la familia, aunque tengamos diferencias, en este caso con el expresidente Carlos Salinas. Yo lo considero un mal gobernador, lo he llamado y tengo sustento para decir que es el padre de la desigualdad moderna», apuntó.