Jaime Ávalos/Francisco Uribe
Ranchería Carrillo Puerto, Centla
Las obras de protección marina que Petróleos Mexicanos (Pemex) desarrolló, durante la última década, para proteger de la erosión una macro-pera, donde se ubican los pozos productores de gas Tizón 221, 222 y 214, han resultado un fracaso, debido a que el mar se encuentra a punto de “tragarse” esos yacimientos.
Desde el 2009, Pemex ha invertido más de 50 millones de pesos para tratar de frenar el avance de la erosión marina en la playa Caracol, en Centla, lugar donde se ubica la macro-pera, que forma parte del proyecto Delta Grijalva, de acuerdo con una investigación de campo que realizó Novedades de Tabasco, la cual abarcó también la consulta de datos oficiales de la empresa productiva de México.
La búsqueda de bibliografía especializada muestra que, desde la década de 1980, el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) empezó a publicar artículos sobre la pérdida de playas tabasqueñas por el movimiento de la línea de costa.
En estos últimos diez años, el mar ha avanzado poco más de doscientos metros. En el 2010 todavía se podían apreciar los manglares que servían de barrera natural, pero hoy el agua se encuentra prácticamente en las orillas de los pozos a punto de desaparecerlos.
Los investigadores especializados en el tema han explicado que el cambio climático, el calentamiento global, la elevación del nivel del mar, las inundaciones y la modificación de la línea de costa, son fenómenos que comenzaron mucho antes del inicio de la extracción petrolera, pero que, en los años recientes, estos problemas se han acelerado.
Pemex no puede ser responsabilizado de todos los problemas de Tabasco, pero ha contribuido de manera muy importante para agravarlos, entre otras formas, por la destrucción de manglares y otras protecciones naturales en los litorales.
PELIGRAN COSTAS
El ascenso del mar está ocurriendo en Cárdenas, Paraíso y Centla, pero el movimiento más ominoso se observa en la franja que comprende desde el Puerto de Dos Bocas hasta la barra de Chiltepec, donde desemboca el Río González después de cruzar todo el municipio de Nacajuca.
En esta área, la velocidad de la inundación es, en promedio, de cuatro metros 34 centímetros cada año, representa la cifra más alta, según la investigadora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Silvia Whizar, quien califica de “alarmante situación”.
Tizón, productor de ligeros se ubica frente a la costa en la margen Oeste del Grijalva, cerca de Frontera. Las actividades comenzaron desde 1990, con el primer descubrimiento de crudo, para lo cual Pemex destruyó un radio de varias hectáreas de mangles blanco y colorado que servían como protección, provocando que las olas empezaran a comerse la playa.
En 2004, con nuevas campañas de sísmica, se descubrieron extensiones del campo, se perforaron nuevos pozos y en 2007, incluso, se perforó un nuevo campo: el Cráter.
LA “LUCHA” CONTRA EL MAR
Ante el riesgo de que sus instalaciones queden bajo el agua, Pemex ha puesto en práctica diversas acciones para contener el avance del mar. Así, instaló unas matatenas, bloques de concreto que no funcionaron; luego, unos ridículos llamados “arrecifes artificiales” para sustituir los que ellos mismos habían destruido; también probó con unos tubos rellenos que denominó “geotubos”, de acuerdo con una potencia que presentó hace un par de años el doctor Hermilo Ramírez, del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), titulado La vulnerabilidad costera y su impacto en la infraestructura petrolera.
Mar se traga macropera El Tizón
Ubicación: Ranchería Carrillo Puerto, Frontera
Colindancia: Playa Caracol
Pozos petroleros que ahí operan: Tizón 221, 222 y 214
Producen: Gas natural
INTENTOS DE RESCATE
- 2009 La ingeniería petrolera coloca ‘geotubos’ para defender la macro pera, sin ningún resultado.
- 2011 La empresa petrolera construye una barda de acero para detener el fuerte oleaje, también fue nulo.
- 2012 Pemex coloca matatenas, para frenar el avance del mar, pero fracasa
- 2015 Pemex construye una barrera de roca caliza de 1.3 kilómetros de longitud, pero también fue rebasada por el agua
Inversión: 50 mdp
Fuente: Pemex, investigadores, IMP